Eden Hazard (30 años) no tiene ninguna intención de salir en este mercado de invierno del Real Madrid. No es una posibilidad que pase por la cabeza del belga, decisión que se apoya en tres argumentos de diferente índole. Otra cosa es de cara al verano, donde evaluará en qué punto está y estudiará las alternativas.
Lo deportivo
Hazard aún cree en sí mismo y en su ilusión de niño, jugar en el Real Madrid. En estas casi dos temporadas y media ese sueño se ha transformado en una pesadilla, pero no ha perdido la sonrisa ni la esperanza de demostrar que puede ser importante en el equipo blanco.
El '7' busca una oportunidad de verdad, que las lesiones le permitan disfrutar de una secuencia de partidos para asentarse y sacar su fútbol. Para ello ha ido mejorando sus hábitos y aprendiendo a escuchar su cuerpo. Son ejemplos, sin recompensa, de su mayor compromiso, como el hecho de que fuera él quien le pidiera a Roberto Martínez regresar a España tras el primer encuentro de Bélgica en el último parón de selecciones.
Lo económico
El dinero es otro factor clave, como bien saben en el seno del club. En los despachos estaban abiertos a una marcha en agosto, pero la complicadísima viabilidad económica de una operación así truncó cualquier opción. Y el asunto no ha variado en exceso, ni siquiera pensando en una cesión.
A caballo entre lo deportivo y lo económico se encuentra la ausencia de propuestas significativas. Se ha hablado del Chelsea y del Newcastle, pero en Stamford Bridge no piensan en Hazard y en St James' Park miran hacia futbolistas de otro corte para salvar la categoría. Para ninguno de estos equipos y en ningún sentido Eden entra por el momento en la ecuación.
Lo familiar
Por último aunque no menos importante, al contrario, destaca la familia, lo primordial para Hazard. El madridismo se sorprendió e indignó cuando el atacante dijo en una entrevista que las lesiones no eran tan malas porque le permitían pasar más tiempo con sus seres queridos. Como a cualquier jugador, le encantaría estar en el césped, pero su prioridad vital es lo que ocurre en casa.
Hay más motivos en este apartado, pero uno significativo es que Hazard no haría un movimiento que implicase separarse a mitad de temporada de su familia o que provocase cambiar a sus hijos de colegio en pleno curso.