LIONEL MESSI BARCELONA REAL MADRID COPA DEL REYGETTY IMAGES

El Barcelona no se arriesga


EDITORIAL

Prefirió no arriesgar Ernesto Valverde en el Clásico. Fiel a la declaración de intenciones que hizo en la sala de prensa, no abusó ni de Leo Messi, al que dejó inicialmente en el banquillo, ni del Real Madrid, al que apretó lo justo a pesar del arrollador inicio de los hombres de Santiago Solari, que tardaron apenas seis minutos en estrenar el marcador después de un fallo de Clément Lenglet que habilitó a Karim Benzema para asistir a Lucas Vázquez y poner el 0 a 1. El Barcelona ni se inmutó a pesar de que el rival había empezado mejor.

Vinicius pudo poner el segundo pero falló las dos siguientes ocasiones de las que gozó mientras el Barcelona tardó en recuperar el aliento. Aun así tardó treinta y cinco minutos en poner a prueba a Keylor Navas, quien había brillado en el uno contra uno que le ganó a Malcom Silva a la media hora de partido. El brasileño ocupó la demarcación de Messi y a pesar de este fallo clamoroso logró recuperarse de forma progresiva en la misma medida que el Barcelona intentaba cerrar la propia defensa.

No en vano en el segundo tiempo mantuvo su progresión de menos a más para ejercer como el mejor de los tres delanteros titulares -Luis Suárez estuvo impreciso y Philippe Coutinho, intrascendente como suele- y poner el empate a falta de media hora para el final y solo dos minutos antes del ingreso de Messi en el terreno de juego. Su presencia cambió el partido y el Barcelona pasó a generar peligro en cada balón que tocó, pero faltó ese plus que marca la diferencia y hubiera servido para liquidar al Real Madrid a pesar de que el reparto de puntos es lo más justo tras lo visto en el Camp Nou.

El Barcelona jugó a sabiendas de que existe un partido de vuelta y que entonces Messi sí estará a su máximo nivel. En esta tesitura Valverde optó por no arriesgar con él y con nadie y también sustituyó a Malcom tras recibir un golpe en el tobillo. A fin de cuentas, la temporada no acababa en el Clásico del miércoles sino más bien todo lo contrario. Este partido dictaminó el inicio del final de la temporada y el equipo tiene un margen de error bajísimo. Conscientes de ello, los jugadores azulgrana tomaron los riesgos justos para mantener la eliminatoria abierta y liquidar la faena a final de mes en el Bernabéu.

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