MESSI ATHLETIC CLUB BARCELONA LALIGAGETTY IMAGES

Por lo menos Messi está recuperado


EDITORIAL

"Leo Messi no está al cien por cien pero casi" revelaba Jon Aspiazu, ayudante de Ernesto Valverde, antes de empezar el partido en San Mamés, donde el Barcelona fue de menos a más arrastrado por su estrella, a la que se le había metido en la cabeza sumar la quinta victoria consecutiva a domicilio del Athletic Club. El rosarino se echó el equipo a la espalda en su regreso a la titularidad tras un primer tiempo grisáceo que si no ennegreció del todo fue porque el cuadro vasco no transformó ninguna de las numerosas ocasiones de las que disfrutó en el cuerpo a cuerpo que propuso y que el Barcelona se equivocó en aceptar.

Si el marcador no se movió en el primer tiempo fue gracias al acierto de Marc-André Ter Stegen, no obstante, quien desvió con mérito un remate de Markel Susaeta que buscaba la escuadra y una chilena de Raúl García en la que hizo gala de unos reflejos prodigiosos. El Barcelona, por contra, apenas pisó el área rival y si apenas tiró a puerta tres veces fue porque el rosarino se creó sus propias ocasiones. Porque sin Arthur Melo, lesionado, y Jordi Alba, sancionado, el Barcelona quedó a expensas de la inspiración del rosarino, con Luis Suárez y Nélson Semedo -más que correcto como lateral zurdo- como escuderos. Philippe Coutinho mantuvo la intrascendencia de los últimos partidos.

El desgaste hizo mella en el Athletic Club tras el descanso y el Barcelona logró imponer su juego para irse sucediendo las llegadas azulgrana, aunque sin lograr filtrar el pase que lograra convertir las visitas al área rival en una ocasión clara de gol a pesar de que Messi se mostró en evidente buena forma, tal y como había adelantado Aspiazu. En ningún momento dio muestras de que el muslo, la zona que tenía afectada y que le mantuvo como duda en el once, le generara molestia alguna.

El artículo sigue a continuación

Si acaso, lo que le duele a Messi en estos momentos es el orgullo. Porque el rosarino quería volver a ganar en San Mamés, un triunfo que se hubiera traducido en ampliar en dos puntos más -hasta ocho- la ventaja con respecto al segundo clasificado, hoy el Real Madrid. Sin embargo, la almohada de seis puntos se mantiene a pesar del empate y ya no habrá que regresar al siempre temible San Mamés. Lo mejor es que queda un partido menos. Y que Messi no ha notado molestia alguna y da muestras de recuperar el tono que tenía antes del golpe que se produjo la semana pasada ante el Valencia.

Anuncios