Ousmane Dembele BarcelonaBENJAMIN CREMEL/AFP/Getty Images

Ousmane Dembélé, una patata caliente por la que se estudiarán ofertas

“Están hasta el gorro de él. Si llega una buena oferta, le traspasan”.  Es la confesión de una fuente del club que prefiere permanecer en el anonimato y que se refiere a la situación de Ousmane Dembélé, el segundo fichaje más caro de la historia del Fútbol Club Barcelona, que pagó 105 millones de euros más 40 en variables por el francés. Avalado por Robert Fernández en su día – que ya no está en la nómina del club-, aterrizó en el Camp Nou como un jugador diferencial, pero su situación se ha convertido en una patata caliente para el vestuario, el entrenador y la directiva azulgrana. Nadie duda de su inmensa calidad ni de su talento, pero sus reiteradas extravagancias, impuntualidades y sus constantes episodios invitan a pensar que su vida no es precisamente la más ordenada, porque está lejos del nivel requerido para un profesional de elite. Hace unas horas la emisora RAC-1 ha avanzado que el club tardó hora y media en localizar al jugador, que resultó estar aquejado de una gastroenteritis, tal y como certificaron los médicos del club.

Antes, el jugador protagonizó retrasos en los entrenamientos que molestaron a jugadores y cuerpo técnico, a pesar de que Valverde trató de rebajar la gravedad del asunto y de calmar los ánimos. A eso hay que sumar diferentes pasajes de la vida de Dembélé, como diferentes viajes sin autorización previa del club, así como un cambio en el chófer que le había asignado el Barça, tal y como reveló el diario El País, por no hablar de su falta de compromiso con algunas de las actividades comerciales del club. No es nuevo que tanto Valverde como el núcleo duro del vestuario han repetido, por activa y por pasiva, en público, que el francés es muy joven, que tiene mucho por aprender y que está en proceso de adaptación.

Eso sí, en privado nadie esconde la sensación de hartazgo creciente con un chico que se muestra inmaduro, que empieza a ser un contratiempo para el vestuario y al que el club empieza a considerar un serio problema, porque o le cuesta aprender o no quiere hacerlo. Si es lo primero, es comprensible. Si es lo segundo, se trata de un problema enquistado y grave.

La situación de Dembélé contrasta con la de Malcom, fichado en una operación relámpago, como oportunidad de mercado, por Pep Segura. Un futbolista que, a pesar de no tener casi minutos, cuenta con el respaldo del vestuario, que resalta su trabajo sordo, su compromiso con el equipo y su profesionalidad. Cualidades que chocan, de plano, la impuntualidad y excentricidad de un Dembélé que ha gozado de todas las oportunidades que se le han negado al brasileño.  Tras un comienzo de curso ilusionante, la estrella de Dembélé ha vuelto a apagarse paulatinamente, al punto de que el jugador, con su actitud, se ha convertido en un quebradero de cabeza para el club., porque soluciona problemas al mismo tiempo que los crea. “Ya se le han dado varios toques de atención y la paciencia tiene un límite” reitera la fuente. Según ha podido saber Goal, la postura oficial del Barcelona en este peliagudo asunto seguirá siendo la defensa cerrada del jugador hasta el último día. También lo hará el entrenador, Ernesto Valverde, que sigue creyendo que el futbolista más tarde o temprano, acabará por explotar y solucionar sus pecados de juventud.

Sin embargo, el debate interno existe en el club y según ha podido constatar Goal, el Barcelona no está dispuesto a seguir tolerando nuevas extravagancias ni situaciones estrambóticas. Si el asunto sigue agravándose, el Barça tiene claro que comenzará a estudiar todas las ofertas superiores a 70 millones que lleguen por el jugador, aunque fuera del fichaje más caro de la entidad. Una cifra sólo al alcance del músculo financiero de los clubes de la Premier o del PSG, siempre interesado en un delantero que, en la Ciudad Condal no ha respondido a las expectativas que generó su fichaje y sobre todo, su precio. La fuente es contundente: “Lo negarán en público, pero si llega una buena oferta por Dembélé, en invierno o en junio, le van a traspasar”. Dicho queda.

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