Llegó vivo de Barranquilla y en casa se hizo fuerte para empatar y seguir de largo. El Albiazul es el primer finalista de la Liga BetPlay 2021 gracias al doblete tempranero de su goleador Fernando Uribe, a las atajadas de Crisitan Vargas y al manejo desde la línea de Alberto Gamero. Millonarios apostó, a un corto-mediano plazo, no al inmediato y va ganando.
Porque el proceso de Gamero tambaleó más de una vez, desde el año anterior y durante el actual semestre, cuando las derrotas en su inexpugnable casa ante Jaguares y Nacional encendieron las críticas desde la pasión, más que desde la razón. Gamero estuvo en la cuerda floja en diciembre del 2020 después de ajustar varios fracasos seguidos en Liga, Copa, Sudamericana y Liguilla.
Virtud y reconocimiento a la dirigencia que lo supo aguantar y contra las voces que pedían un cambio, sostuvieron el proceso fundamentados en sus convicciones. Dichas convicciones tenían de fondo argumentos futbolísticos, pues pese a las caídas, el equipo dejaba buenas impresiones y sentaba las bases que hoy recoge sus frutos. Siempre hubo una idea, un argumento, un norte y un ojetivo. Todos sobrevivieron a la tempestad y ahora relucen el la calma.
En tiempos de inmediatez y decisiones apresuradas, altamente influidas por los resultados o las críticas, Millonarios puso su proceso por encima de todo y hoy está a 180 minutos de una nueva estrella. Apostó por el técnico, apostó por los juveniles, apostó por el plantel y apostó por refuerzos de categoría como Uribe. Y va ganando.
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