Agüero y Fedor Kudryashov. Rusia Argentina 11112017Getty

Las señales positivas de Agüero

En esta eterna pelea por quién debe ser el 9 que acompañe a Lionel Messi en el ataque argentino, Sergio Agüero subió este sábado varios escalones para que Jorge Sampaoli tome nota y empiece a resolver el problema: el Kun no sólo convirtió el gol de la victoria ante Rusia, transformándose así en el tercer goleador histórico de la Selección, sino que, además, supo participar en la gestación de las jugadas y hasta ponerse el traje de asistente, como en ese bello pase a La Pulga, quien terminó definiendo por encima del arquero ruso.

El máximo anotador en la vida de Manchester City fue, al cabo, en territorio ruso, un alivio para el 10 de Barcelona. Completó un trabajo inteligente, coherente con el nivel que está exhibiendo esta temporada en Inglaterra: bajó unos metros cuando fue necesario, haciendo las veces de pivot para que el rosarino toque y vaya a buscar, y arrastró marcas para generar espacios. También, a pesar de entender que el juego albiceleste debe pasar por la máxima estrella del mundo, el ex-Independiente fue el protagonista de dos de las tres opciones más claras que tuvo Argentina antes del gol (la otra fue una definición de Ángel Di María): una hermosa volea y un remate desde fuera del área que lograron lucir a Ígor Akinfeev.

Un detalle, desde los números: el jugador más buscado por Agüero fue, justamente, Messi, a quien le dio ocho pases. ¿El segundo más buscado por el Kun? Eduardo Salvio, a quien le pasó cuatro veces el balón.

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