Antoine Griezmann FranceGetty Images

Griezmann y el Barcelona llevan el esperpento a cotas nunca halladas en el fútbol


EDITORIAL

Con una Europa League en su haber Antoine Griezmann se creyó LeBron James, que se atrevió a anunciar su adiós de los Cleveland Cavaliers, la franquicia de su ciudad natal, a través de una especie de reality show al más puro estilo de Hollywood y por mucho que sea cierto que el modelo deportivo norteamericano tiene muchos elementos exportables al deporte de élite europeo el sainete que ha montado el delantero francés con su futuro no es uno de ellos. Porque si algo demostraron los cuarenta y cinco minutos que duró el insufrible pseudo documental sobre su decisión de quedarse en el Atlético es que a Griezmann le gusta que le miren.

Que Griezmann se ha reído del Barcelona es evidente. Que el Barcelona se ha prestado a que le tomen el pelo, también. Y ojo porque además en el documental el delantero confirma que, en efecto, el Barcelona le contactó teniendo contrato en vigor, algo que no está permitido por la FIFA y que puede acarrear una sanción por poco que apriete el Atlético al organismo. "En el Barcelona dicen que es normal que paguen más en el Atlético porque eres su jugador franquicia, dicen que si te quedas corres el riesgo de no ganar la Champions League nunca" suelta la hermanísima, Maud, en el arranque.

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La decisión de Griezmann deja muy tocada la junta directiva del Barcelona, que daba el fichaje por hecho y, sin tener ninguna clase de plan B, tocará planificar a trancas y barrancas. Josep Maria Bartomeu y Pep Segura, el mánager deportivo, dan muestras de no controlar absolutamente nada en el plano técnico. Ni la planificación ni las decisiones están a la altura de un club con la exigencia del Barcelona desde hace mucho tiempo. Neymar, debía quedarse pero se fue. Griezmann debía venir pero "se queda". Y qué decir de los jugadores del Barcelona, prestándose a que Griezmann se ría del club que les paga. La productora de Gerard Piqué, sin ir más lejos, grabó y editó el documental para luego cachondearse, junto a Samuel Umtiti, del Barcelona en las redes sociales.

Solía decir Johan Cruyff que "el jugador que dude de fichar por el Barcelona ya no nos sirve". Quería tipos ultramotivados por encima de todo, con hambre y ganas de jugar para el Barcelona. Si Griezmann prefiere quedarse en el Atlético es una decisión comprensible y respetable, a fin de cuentas ha disputado más finales de Champions League el cuadro rojiblanco que el barcelonista en los últimos años. No lo es tanto la forma como lo ha resuelto. En todo caso lo que es altamente alarmante es la postura del Barcelona en esta película. Porque pagafantas se queda corto. Como dice el periodista Santi Giménez, "Griezmann ha conseguido que Neymar parezca un tipo serio". Ahora solo falta que también lo parezca Bartomeu.

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