Boca Palmeiras Copa Libertadores Semifinal Ida 24102018Amilcar Orfali/Getty Images)

En Boca, juega la presión

Alrededor de 1100 km separan San Pablo de Porto Alegre. En una ciudad, se concentra Boca para el encuentro ante Palmeiras. En la otra, River festeja una clasificación increíble ante Gremio. El Millonario selló su suerte y ya está en la final de la Copa Libertadores. 

Que Wanchope o Benedetto; que Villa o Zárate; que 4-1-4-1 o 4-3-3... Guillermo Barros Schelotto no confirmó quiénes van a salir al Allianz Parque, pero lo que seguro va a jugar es la presión. El tan esperado Superclásico está a la vuelta de la esquina y solo requiere que el Xeneize saque provecho del 2-0 que consiguió en La Bombonera. Una tarea que si no revestía tanto peligro en la previa, ahora se transformó en un trámite trascendental con un peso específico mucho mayor

Pocas veces el conjunto del Mellizo supo lidiar con las tensiones del afuera. Pero ahora, no solo pondrá en juego el objetivo del año, sino una cita con la historia: si no se mete en el partido definitorio ante el eterno rival, rifará su orgullo. La disyuntiva es que si gana, será lo que debía hacer, pero si pierde, perderá más que una serie. Es imposible que lo que sucedió en la otra llave no repercuta en el plantel: solo habrá que saber si lo hará para bien o para mal.

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Ya está: River hizo su parte. Ahora, la pelota la tiene Boca.

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