Frenkie De Jong BarcelonaFC Barcelona/Facebook

De Jong o cómo convertir el mejor Rioja en 'kalimotxo'


EDITORIAL

Al actual presidente del Barcelona se le atragantan hasta las buenas notícias. Hoy debía ser un día grande para el barcelonismo, hoy es el día en el que Frenkie De Jong será presentado en sociedad, la primera experiencia en el Camp Nou de un jugador que iba loco por vestir de azulgrana y cuya aventura culé se prevé tan larga como histórica. Se trata de un fichaje de época que llega con una ilusión que no alcanza a esconder y contagia un entusiasmo parecido en la afición, que le esperaba con ganas desde el pasado mes de enero, cuando se oficializó su contratación. Es, de hecho, la única buena noticia que ha dado el Barcelona en los dos meses que han pasado desde Anfield. Y el club le recibirá un viernes de julio por la tarde, con la ciudad y el estadio semivacíos, y en plena tormenta institucional.

Es como comprarse una botella del mejor Rioja para hacer kalimotxo. Y no deja de ser curioso que ni uno solo de los miembros del departamento de comunicación del club, que son legiones, haya sugerido el más mínimo plan ante los acontecimientos de los últimos días. A saberse, primero el Barcelona anunció el martes, comunicado mediante, los actos de presentación del holandés previstos para hoy viernes a última hora de la tarde dirigidos por el entonces vicepresidente deportivo, Jordi Mestre, que presentaba su "dimisión irrevocable" apenas veinticuatro horas después a pesar de que el club no lo oficializaba hasta pasadas las once de la noche. A falta de un día para que llegara De Jong, ¿quién iba a acompañarle ahora en su presentación?

Pep Segura, el mánager deportivo, seguramente no. La salida de Mestre le debilitó ante la junta y llegó a poner el cargo a disposición del presidente, que optó por no dimitirlo mientras acaparaba las funciones de su Mestre, así que sentarle junto a De Jong hubiera eclipsado al holandés. Pero sin Mestre, Bartomeu ha resuelto acaparar cargos y responsabilidades y hoy es el presidente y también el vicepresidente deportivo. No hay duda de que le tocaría a él sentarse junto a De Jong para evitarle el mal trago a Segura pero imagínense la situación. De Jong sentado tras seis meses esperando este momento para ver cómo la prensa se centra en lanzarle a Bartomeu las preguntas acumuladas tras su falta de presencia pública desde que acabó la temporada. Sin embargo, ya no puede esconderse más.

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Por ese motivo, para evitar que De Jong alucine en colores en su propia presentación, el presidente ha resuelto comparecer una hora antes de que empiece el sarao mediático con el centrocampista holandés. Mientras, el Ajax le ha despedido a lo grande, comprando una página de publicidad a Mundo Deportivo para arropar a De Jong en su llegada a Barcelona, algo muy poco habitual en estos casos. Y lo ha hecho así, sin necesidad de anunciarlo a bombo y platillo ni de cacarear valores. ¿Alguien, en el seno del Barcelona sabe qué es el efecto Streisand? Seguramente lo descubran esta misma tarde.

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