Carlo Ancelotti entiende la rudeza de la Premier League. Y por eso sabe que James Rodríguez puede ser tan frágil cuando los rivales lo aploman a punta de patadas y entradas fuertes que en Inglaterra son tan válidas como cualquier otra. En su último partido, frente a Fulham, el hombre de Everton dejó la cancha por una molestia en su tobillo.
“Hay mucho contacto, infortunadamente, pero es algo a lo que se debe acostumbrar. La intensidad también es muy alta. James está disponible para el encuentro de este miércoles, por fortuna no pasó nada más”.
El duelo al que hace alusión Ancelotti es nada menos que contra Manchester City, puntero de la liga. “Puede que lo utilicemos para que tenga la pelota y se la podamos quitar al rival. Es algo que veremos durante el partido. Estamos motivados y con ganas de hacer bien las cosas”.
James, que marcó un golazo frente a Manchester United, quiere estar en cancha, o al menos así se lo dijo a Ancelotti. La motivación de enfrentar a los dirigidos por Pep Guardiola es alta, pero en dado caso si llegase a existir cualquier tipo de dolor el colombiano irá al banco.
La rudeza le pasa factura al 10 de la selección cafetera en su primera temporada en la Premier, una liga en la que si no sueltas rápido la pelota te machacarán los tobillos, las piernas y todo lo que encuentren a su paso.
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