Flojo partido en términos generales para el América de Cali, que se encontró con un Envigado serio, firme y dueño de una concentración absoluta que le permitió tener la ventaja en el marcador por un buen periodo de tiempo durante los 90 minutos.
Los de Osorio no lograron conectar en el terreno de juego, Torres y Quiñones no pudieron ser determinantes en el arco rival como en fechas pasadas y la defensa se mostró insegura cada vez que la ofensiva naranja avanzó contra el arco de Graterol.
Tácticamente, el 4-3-3 empelado por el Profe Osorio se quedó corto ante la buena comunicación de los jóvenes jugadores del rival, que descifraron las intenciones escarlatas desde temprano y cortaron con efectividad los circuitos del medio campo de la visita, dejando en evidencia las falencias de marca y entrega en el XI del América.
Al final, estuvo más cerca el Envigado de ampliar el marcador, que el América de lograr la igualdad, los cambios no surtieron efecto alguno y La Mecha se fue diluyendo en un partido que le costó demasiado y que deja bastante por trabajar para los diablos rojos.
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