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Protestar y presionar tiene a Lim acorralado

OPINIÓN

El máximo accionista del Valencia CF, Peter Lim, está contra la pared. Lo está por su gestión y lo está por la presión que el valencianismo ha ejercido en el último año en el que se ha echado a la calle hasta en tres ocasiones para protestar, además de haber instaurado el lema ‘LIM GO HOME’ dentro de Mestalla.

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Protestar si que sirve y sirve de mucho. Esa debería ser la lectura de los últimos días entre los valencianistas. Esa debería ser la reflexión que nos uniera y que nos hiciera ver con nitidez que el Valencia CF será lo que su gente quiere que sea. No tengan duda de que los cambios, pocos, pero cambios que ha llevado a cabo el máximo accionistas vienen derivados de las protestas de los aficionados. Derivados de las acciones jurídicas que se han sucedido por accionistas estos últimos años, derivados por haberlos conseguido sentar en un banquillo acertando la tecla desde Libertad VCF, derivados de los medios de comunicación críticos, que hemos sido pocos y de los aficionados de a pie. 

Los cambios en la cúpula, la apertura de las redes sociales, el acercamiento a las peñas y también a la prensa, son pasitos que se han dado porque Meriton ya no soportaba la presión y Lim no soportaba la imagen que se estaba empezando a dar asiduamente de su gestión a nivel mundial, con artículos en periódicos de primer nivel internacional.

El problema de Lim, es que con cambios minúsculos no puede recuperar la gestión y no puede solucionar el agujero en el que tiene metido al club. Por eso, ha enviado a Lay Hoon a la ciudad, para que intente solucionar problemas y ordenar las cuentas. Lim está con el agua al cuello y ahora necesita ayuda.

Necesita ayuda del valencianismo para que no siga empujándole y necesita a las instituciones. Sin embargo, como ha ignorado tantísimo al club en los últimos tres años, ahora esto únicamente se soluciona de dos maneras. Vendiendo o poniendo dinero. No hay más salidas. Y poniendo dinero, soluciona una parte, pero no toda. Es lo que tiene haber dejado caer tanto la institución y todas sus relaciones.

El asiático ya sabe que para encontrar un acuerdo con las instituciones tiene que avalar la obra del nuevo estadio y que el proyecto presentado sea mejorado, hastga que cumpla el convenio con el Ayuntamiento. No tiene más salidas y ahí va a tener que ceder o encontrar alguien que lo avale de verdad. Pese a que se ha resistido todos estos años sin hacer el estadio y burlando todo, con la ayuda de algunos políticos y comunicadores, tengo la opinión de que terminará avalando.

En lo deportivo, lo tiene más complicado. Las cuentas no engañan, el Valencia CF cerrará hoy, 30 de junio de 2022, otro ejercicio con pérdidas multimillonarias. Hay quien quiere compararse a otros clubes de la Liga con el mantra de que todos están mal. Pero lo del Valencia CF es indigno. No se pueden perder 60, ni 70 millones en un ejercicio. No se pueden perder 200 millones en ocho años. No se puede gestionar tan mal y luego encima tener la cara dura de decir que el club no puede depender del dinero de Lim. Si no puede depender que no se hubiera comprometido y además, que no utilice el juguetito para sus caprichos, porque las pérdidas vienen derivadas en gran medida por sus caprichitos junto a Mendes, en el césped y los banquillos.

El verano será largo y pese a que Gattuso lo quiso disfrazar en su presentación, él sí sabe que primero tienen que salir jugadores antes de poder entrar. Cuando se habla de una oferta de 10, 12 o 14 millones por Politano, es mentira. No existe. A día de hoy no, porque no se puede. Durante el verano y si hay ventas, veremos si hay alguna liquidez para hacer una oferta de ese estilo, pero hoy la situación del Valencia CF es tan dura que no puede ni siquiera inscribir un jugador que llegara cedido.

Lim está acorralado. Lo está por su gestión y porque el valencianismo le ha dicho basta. Ahora le toca mover ficha. Ya no le sirve seguir ganando tiempo. O pone dinero o vende el club. Y no, atacar esta gestión bananera de Lim no es atacar al Valencia CF, es defenderlo. 

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