"Guardiola agarró Barcelona un par de años y España fue campeón del mundo, después agarró Bayern Munich y Alemania salió campeón. Por eso digo que el fútbol está teniendo lógica: porque ganan los mejores", dijo Juan Román Riquelme a puro dato y buscando la coincidencia entre los últimos dos campeones del mundo y el entrenador Josep Guardiola, que sólo tuvo pasos por clubes y no por elencos nacionales.
¿Cómo se puede dar, entonces, esa influencia sobre las selecciones sin tener contacto directo con ellas?
La España campeona de 2010 tenía a siete futbolistas de Barcelona y la Alemania de 2014 contaba con siete jugadores de Bayern Munich. Esos dos equipos eran dirigidos en ese momento por Pep Guardiola, con su estilo e impronta particular.
En el caso de la Selección ibérica, cinco de los titulares eran del elenco culé: Carles Puyol, Gerard Piqué, Sergio Busquets, Xavi Hernández y Andrés Iniesta. Los dos centrales y los tres mediocampistas tenían el gen Guardiola. La columna vertebral del equipo era la que día a día se entrenaba en Barcelona. Ese centro del campo bien característico, de tenencia, juego y creación. La clave de la España campeona. Sobre el final del campeonato, además, se sumó Pedro como titular. El único de Barcelona que no tenía lugar era Víctor Valdés, con un Iker Casillas brillante por delante.
En 2014 fue similar. El técnico catalán dirigía en Bayern Munich y sembró la base fundamental para la Selección alemana que terminó alzándose con la Copa del Mundo. Joachim Löw usó en todos los partidos, por lo menos, a seis titulares que se desempeñaban en el elenco de Guardiola. Incluso, en octavos de final ante Argelia, comenzaron los siete en cancha. En la final ante Argentina, Manuel Neuer -con un estilo made in Pep absolutamente-, Jerome Boateng, Philipp Lahm, Bastian Schweinsteiger, Toni Kroos y Thomas Müller estuvieron desde el inicio. ¿Y el séptimo? Mario Götze, que entró y marcó el único gol del partido.
La influencia de Josep Guardiola en los últimos dos equipos que fueron campeones del mundo es innegable. Con un juego de salida limpia, presión, posesión y un mediocampo exclusivamente de toque y creación, ambas selecciones basaron su juego en los jugadores y equipos del entrenador catalán.
En este 2018, Pep dirige al Manchester City, que aporta cuatro jugadores a la Selección inglesa, uno menos que Tottenham. Los únicos cuatro jugadores ingleses del plantel regular, casualmente: Kyle Walker, John Stones, Fabian Delph y Raheem Sterling. También tuvo cuatro representantes en la Selección brasileña -Danilo y Gabriel Jesus fueron titulares, Ederson y Fernandinho esperaron en el banco-, dos en Argentina -Sergio Agüero y Nicolás Otamendi-, dos en Bélgica -Vincent Kompany y Kevin De Bruyne-, uno en Francia -Benjamin Mendy-, Alemania -Ilkay Gündogan-, Portugal -Bernardo Silva- y España -David Silva-. ¿Se verá su influencia en Rusia 2018?
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