Cuando se habla del proceso de Ricardo Antonio La Volpe al mando de la Selección mexicana, pocos aspectos negativos se pueden resaltar. Muy por el contrario, el estilo desarrollado por aquel equipo mexicano, sobre todo en Copa Confederaciones, aunado a ser el último proceso mundialista cumplido en su totalidad, la exportación de jugadores mexicanos e, incluso, el toque dramático con el que se queda fuera de la justa mundialista de Alemania 2006 sirven para aderazar, clion grandísimos honores, aquella etapa 'bigotuda' del Tricolor.
Sin embargo, entre los negritos del arroz que tuvo La Volpe al mando de México destacan un par: la ausencia de Cuauhtémoc Blanco, uno de los mejores futbolistas mexicanos de aquel entonces y de la historia; y la ausencia, aunque sin tantos reflectores, de Jaime Lozano, hoy entrenador de Querétaro.
La primera, la de Blanco Bravo, podía asumirse desde muchas lecturas: la conocidad rivalidad entre el Bigotón y el jugador, el 'no encajar' en la idea de juego que pretendía el estratega argentino con el equipo mexicano e, incluso, por un tema de grupo, donde los líderes de aquel equipo no veían con buenos ojos la inclusión del Temo, quien podría romper la unión y el ambiente con su peculiar liderazgo.
Pero el tema de Lozano fue algo sumamente complicado de entender: durante el proyecto eliminatorio del México 'lavolpiano' rumbo a la justa mundialista, Lozano no fue solamente uno de los futbolistas con influencia en el estilo futbolístico de aquel equipo mexicano que 'caminó' en el Hexagonal final, sino que concluyó la eliminatoria como sublíder goleador del equipo (11 anotaciones, por detrás de Jared Borgetti y sus 14 anotaciones).
Aunado a ello, Lozano Espín fue uno de los jugadores importantes en el equipo mexicano que deslumbró en la Copa Confederaciones de 2005, la antesala del Mundial en tierras germanas, donde a pesar de no conservar su impresionante registro goleador, consiguió los siguientes números:
En aquella ocasión, la Selección concluyó en cuarto lugar, tras caer contra Argentina (semifinales, en penales) y Alemania (en duelo por el tercer sitio), y el Jimmy Lozano parecía ser uno de los 23 elementos seguros que disputaría la Copa del Mundo de 2006; sin embargo, Ricardo La Volpe decidió 'bajarlo' de la lista sin un motivo o argumento sólido, dando lugar a una de las injusticias más recordadas en la historia de la Selección mexicana y uno de los errores más recordados en la gestión del Bigotón.
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