Diego Maradona Juan Roman Riquelme

¿Por qué están peleados Riquelme y Maradona?

La Bombonera rebalsa de gente. El Jardinero Cruz se mete en el área y Jorge Bermúdez le comete penal. No, no es un partido de Eliminatorias. Es el partido despedida a Maradona, quien se acerca al área, dialoga con Higuita, se ríe y ejecuta el penal que inevitablemente se transformará en gol. En el festejo, se saca esa aquella camiseta emblemática albiceleste con su firma en el medio para mostrar que debajo tenía la de Boca. La de Boca con la '10' y con el nombre de Román.

La relación entre ambos siempre fue la de alumno y maestro. Durante 1997 compartieron plantel, tanto así que llegaron a jugaron unos minutos juntos un partido ante Argentinos Juniors, además de aquel recordado último Superclásico de Diego en el que salió reemplazado por Riquelme en el entretiempo. "En España le dicen 'Torero', pero para nosotros siempre va a ser Román", lo presentó Pelusa en su programa "La Noche del Diez", abrazo mediante.

VIDEO: Así fue el recibimiento a Maradona

La buena onda duró casi hasta el final de la década del 2000, cuando Maradó sucedió a Alfio Basile en la Selección argentina. "Yo lo quiero de enganche, en los últimos veinte metros para marcar diferencia, pero el otro día lo vi en la cancha y no sé si tiene problemas físicos o qué, pero así no me sirve", analizó el DT en una entrevista previa a su primera convocatoria. Y aunque el comentario, enteramente futbolístico, no parecía tan grave, del otro lado Riquelme renunciaba: "Cuando un jugador de fútbol no tiene la misma forma de pensar del técnico no pueden estar juntos. Mis códigos no son los de él".

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La historia por detrás de lo que se conoció públicamente cuenta que un grupo de jugadores -los que por entonces eran los más jovencitos- no querían al Coco como técnico y que Maradona aprovechó la volteada para hacerse con el cargo. También, que JRR se enteró de lo sucedido y que pertenecía al otro bando. Evitar un foco de conflicto en un vestuario complejo que estaba pasando de mando hacia la nueva generación era prioritario. Y a partir de ahí, el conflicto posterior.

En los últimos años, todo escaló. "A mi no me importa lo que diga él", suele responder Román cuando le preguntan por Diego. Diego, en tanto, lanza dardos venenosos en cada oportunidad que tiene. "El hincha muere por un abrazo entre ustedes", le dijeron en una entrevista hace poco. "Que se quede tranquilo que va a seguir vivo", fue su escueta respuesta. Un resumen de lo roto que está todo entre ambos.

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