REPORTAJE ESPECIAL
El pasado miércoles fue la primera vez que el Barcelona se midió a la Roma sin que Francesco Totti forme parte de la plantilla. Retirado al término de la temporada pasada, nadie ha encarnado mejor los valores del equipo 'giallorosso' como él, romano y romanista. Formado en las categorías inferiores, 'er capitano' colgó las botas tras veintiocho temporadas en las que pasó por todas las etapas del fútbol formativo hasta alcanzar la élite. Le siguieron Giuseppe De Rossi, Alberto Aquilani y Alessandro Florenzi, entre muchos otros. Antes también Bruno Conti, Giuseppe Giannini o Agostino Di Bartolomei habían hecho el mismo camino. No hay en el 'calcio' una escuela que haya dado tanto talento a lo largo del tiempo como lo ha hecho Trigoria. ¿Cuál es su secreto?
"No tenemos ninguna fórmula mágica, solo el sentido común para ser integradores y respetuosos con nuestra identidad futbolística" resume Massimo Tarantino, máximo responsable del fútbol formativo de la Roma ante el micrófono de Goal. No es tarea fácil. "Buscamos hacer un fútbol propositivo, el objetivo principal es el del gol pero para ello tenemos que luchar contra la mentalidad italiana de evitar encajar goles" recuerda el técnico. En este aspecto, en Trigoria intentan tomar lo mejor de cada mundo para construir un futbolista total, capaz de actuar en distintas propuestas. "Nos fijamos en España y Holanda pero no podemos olvidar la herencia de nuestra propia historia" valora para señalar que "buscamos permitir al jugador ser parte activa del juego, no parte pasiva".
En otras palabras, el jugador educado en Trigoria sabe qué hacer con el balón en los pies y también cómo actuar sin él. Totti y De Rossi resumen bien esta comprensión global del juego. "A estas alturas nadie inventa nada. Se trata más bien de tener claro qué queremos ver en el campo para replicarlo en los entrenamientos" revela Tarantino. "Incidimos mucho en los rondos, el juego de posesión y los espacios vacíos pero tampoco nos olvidamos de los aspectos analíticos de la fase defensiva, es un equilibrio constante y trabajamos en base al proceso de asimilación que hace cada futbolista" ahonda. Es por ese motivo que la Roma es capaz de crear futbolistas de primerísimo nivel tan distintos entre si.
Próximos partidos
Actualmente el fútbol formativo romanista cuenta con cerca de 750 chicos, 500 entre los seis y los once años en los equipos asociados y 250 entre los doce y los dieciocho años que conforman el futuro del club 'giallorosso', contando con los miembros del equipo filial. La inmensa mayoría tienen en común haber nacido en Roma. "En este aspecto somos algo parecidos al Athletic Club de Bilbao, que apuesta por jugadores vascos, aunque si nosotros nos fijamos mucho en los chavales romanos no es por una cuestión identitaria sino funcional, porque Roma es una ciudad gigantesca y nos da la gran oportunidad de estar cerca de muchísimos jóvenes jugadores talentosos". Y no solo eso. Tamaña identificación hace que no se planteen dejar el club ni en sueños.
"Nos gusta que nuestros jóvenes valores también sean 'tifosi' del primer equipo, claro, eso provoca que a medida que se van haciendo famosos les resulte más fácil tocar de pies en el suelo porque se saben en su casa" explica Tarantino. Los pocos que se van lo hacen entre lágrimas porque saben que en ninguna otra parte se sentirán como en una Roma que pone a disposición del fútbol formativo hasta quince campos (para entendernos, la Ciudad Deportiva del Barcelona tiene nueve y no todos son para las promesas) y doscientos profesionales entre técnicos, médicos, preparadores y psicólogos, y que cuenta incluso con equipos formativos de fútbol adaptado. Sabiendo esto resulta obvio pensar que si en la ciudad eterna llega a nacer otro Totti, también vestirá la camiseta 'giallorossa'.
