Karim Benzema tendrá que pasar por el quirófano para operarse de la fractura del dedo meñique de su mano derecha que se produjo el pasado fin de semana en el campo del Betis, según informa Onda Cero. No obstante, fuentes del club consultadas por Goal explican que esa decisión aún no se ha tomado. Primero, porque la intención pasa porque Benzema juegue ante el Sevilla en el Bernabéu este fin de semana, con una férula, y después saber qué tipo de sensaciones ha tenido el jugador y si tolera bien o no el dolor. Después, atendiendo a cómo evolucione Benzema tras ese partido, el cuerpo médico del Real Madrid decidirá si debe operarse o no.
El quid es que, según pudo saber Goal, cuando no han pasado aún ni tres días desde que se produjo la fractura, la inflamación del dedo meñique no ha permitido aún diagnosticar con exactitud cómo es la fractura. Lo que imposibilita por tanto tomar una decisión firme sobre la conveniencia de pasar por el quirófano, o por contra, seguir un tratamiento más conservador (si es posible). El jugador quiere estar ante el Sevilla sea como fuere. Y la decisión se tomará por tanto en función de las nuevas pruebas que se le realicen, así como de sus sensaciones en el partido del sábado. Todo está todavía en el aire.
Benzema no ha sido convocado para la vuelta de Copa ante el Leganés. En el caso de que pase por quirófano, como sostiene Onda Cero, se estima que podría permanecer de baja durante un periodo comprendido entre las dos semanas fuera de combate.
La ventana de transferencias acaba el 31 de enero. El Madrid estudia moverse o no en el mercado. Ahora que tiene Solari toda la enfermería repleta, el club estudia si contratar o seguir con lo que tiene.
