Es el regalo de cumpleaños perfecto para un adolescente que ama el fútbol. En un partido empatado a cero, con apenas diez minutos por jugarse en un Santiago Bernabéu enardecido, el entrenador te llama mientras haces la entrada en calor a un costado y te pide que te aprontes para ingresar. No te lo dice, pero espera que seas tú quien desatasque la historia. Quiere que seas el superhéroe de la noche.
La ilusión se nota en el rostro de Arda Güler, que este domingo 25 de febrero celebra el aniversario número 19 desde su nacimiento. Parado junto al cuarto árbitro casi sobre la línea de cal a la altura del centro del campo, aguarda a que el balón salga de juego para hacer su ingreso en el duelo entre Real Madrid y Sevilla de la jornada 26 de LaLiga, en la que será apenas su quinta participación en los seis meses que lleva la temporada.
Pero dentro del campo el partido continúa. El líder del campeonato empuja a su rival y, tras un centro rechazado por Sergio Ramos, la pelota cae a Luka Modric en el borde de la medialuna del área. En un solo toque de balón, el croata deja fuera de la jugada a un rival y queda perfectamente acomodado para el remate. El golpeo de derecha es incluso mejor que el control orientado. El esférico vuela, golpea en la parte interna del poste y besa la red. Es el gol de la victoria.
El superhéroe de la jornada es el que usa el dorsal 10. Y Carlo Ancelotti no es Nick Fury: no necesita otro Vengador. El italiano pide a Güler que se siente en el banquillo. El partido termina y el Bernabéu celebra. Sin embargo, nadie canta el "cumpleaños feliz" al turco. Esta noche no hay pastel. Los deseos deberán esperar.
Pero sólo dos semanas.


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