Carlos Tevez Leonardo Ponzio River  Boca Torneo de Verano 21012018@BocaJrsOficial

Un verano que enciende las alarmas en Boca

Casi nunca los resultados de verano son una premonición de lo que vendrá. Por ejemplo, el mismo año que River eliminó a Boca de la Copa Libertadores, el conjunto que por entonces conducía Rodolfo Arruabarrena goleaba al Millonario por 5-0 en Mendoza. Sin embargo, dos derrotas, un empate ante un equipo que milita en la B Nacional y seis goles en contra obligan a Guillermo Barros Schelotto a tomar nota.

Que los del Mellizo hayan recibido un tanto más en estos tres encuentros que en los 12 partidos de todo el semestre es todo un síntoma. Cierto es que diferentes factores externos influyeron en el rendimiento y que ninguna de las formaciones que el DT utilizó en los amistosos es la que imagina ideal para afrontar la Copa Libertadores y lo que queda de la Superliga. Pero el cuerpo técnico tampoco puede mirar para el otro costado.

Si algo quedó claro es que sin Cardona y sin Pablo Pérez, ninguno de los mediocampos que planteó el entrenador fucionó. La buena es que el colombiano hará su regreso casi con seguridad ante Colón, en La Bombonera. La mala es que quien no lo hará durante las próximas tres semanas por una distensión es el ex-Newell's. Sin él, ¿quién será el volante central que acompañe a Wilmar Barrios como volante central? ¿Nández, con mayor despliegue que manejo de pelota, o Sebastián Pérez, quien todavía está volviendo de su lesión?

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Vinculado a este déficit está el nivel que mostró Carlos Tevez. El Apache anduvo bien ante el Tiburón el miércoles pasado, pero, contra el Millo, no apareció y, más allá de que todavía está volviéndose a adaptar a la exigencia del fútbol argentino -y a sus vacaciones de siete meses-, mucho tiene que ver con su posición -lo hizo de 9- y con la falta de juego del medio del equipo. Pero en 4-2-3-1, casi con seguridad, jugará detrás de Wanchope y tendrá el mismo inconveniente.

Las tres caídas -el empate terminó en derrota desde los penales- no son un llamado a la crisis. Boca sigue puntero y sigue teniendo un plantel que invita a ilusionarse. Pero sí deben ser un llamado de atención: el momento de las pruebas terminó. Ante el Sabalero, el sábado, deberá volver a ser el mismo del año pasado.

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