Era de esperarse. Dicen que el diablo sabe más por viejo que por diablo, y Pekerman es tan terco como talentoso y jugarse su puesto y la clasificación al Mundial de Rusia no podría ser de otra manera que a su estilo.
Es por eso que para enfrentar a Perú tendrá varias variantes, unas obligadas por suspensión y otras por estrategia.
Oscar Murillo entrará a reemplazar al suspendido Cristian Zapata, mientras que Matheus Uribe posiblemente entre a reforzar el medio campo junto a Carlos Sánchez y Abel Aguilar.
Si la presencia de Uribe no es de por si -sorprendente- lo que llama más la atención sería la presencia de Duván Zapata en la delantera junto a Radamel Falcao García. Algo que jamás se ha visto.
Si bien los presentes de Duván y de Falcao son para resaltar, Colombia viene jugando con un sólo punta en la mayoría de la eliminatoria y así se acostumbró. Así llegó hasta donde está, con sus picos altos y bajos.
Poner un jugador de las características de Duván, junto a Falcao, supone que quiere más peso en el ataque y que seguramente va a buscar el resultado desde el comienzo. Pero la estrategia le puede jugar en contra si Duiván no entra enchufado y conectado con todo el equipo. Pues en esta eliminatoria apenas jugó 26 minutos, fue en la victoria de Colombia sobre Bolivia en Barranquilla.
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¿Vale la pena arriesgar tanto en un partido tan decisivo?
Conociendo a Pekerman y a sus aparentemente irracionales decisiones, él es el que maneja al equipo, aparentemente sabe lo que hace y además es él en quien recaerá toda la responsabilidad si Colombia no clasifica al Mundial, quedando practicamente obligado a entregar su puesto, después de más de 5 años como entrenador de Colombia.
¿Funcionará el último experimento del profesor Pekerman?
