OPINIÓN
El Real Madrid parece condenado desde hace unas temporadas a repetir el mismo guión: el de agarrarse a la Champions League como tabla de salvación. La 'orejona' se ha convertido otro curso más no solo en el gran objetivo, sino en el único objetivo, tras lapidar prematuramente las opciones tanto en LaLiga como en la Copa del Rey. Otro año más.
Gareth Bale se encuentra en su peor momento como futbolista del Real Madrid, señalado tras el Clásico y con números muy por debajo de lo esperado, especialmente tras la salida de Cristiano Ronaldo del equipo. Y es que el galés no ha asumido los galones como se demandaba por su estatus y caché. Una tarea que sí ha asumido, en parte, Karim Benzema.
Los acontecimientos fueron muy similares el curso anterior. El extremo de Cardiff llegó a la final ante el Liverpool como suplente, como actor secundario, para terminar siendo el gran protagonista de la noche con un doblete. El equipo reclama ese rol de líder por parte de Bale. Tal y como lo hizo en el Mundial de Clubes, donde fue uno de los más destacados junto a Llorente.
Próximos partidos
Ahora llega la hora la verdad para los blancos en la Champions. Este martes es el Ajax el que pondrá a prueba la capacidad merengue de recuperarse del doble golpe recibido en el Clásico. Y ahí tendrán que estar todos remando para llegar a la orilla. Empezando por Bale, al que todavía se le espera, el único que podría cambiar los silbidos en aplausos, cambiar las dudas por la certeza. Como ya ocurriera en Kiev.
