Bauza Seleccion Argentina Ezeiza 11042017

La lluvia nunca paró: crónica del ¿último? día de Bauza

Apenas veintitrés minutos después de las nueve, el muchacho de seguridad de la puerta principal del predio de Ezeiza de la AFA hizo una seña en el medio de la lluvia y balbuceó que estaba con el mismo humor de siempre. Edgardo Bauza, como siempre, desde que el 1 de agosto de 2016 se volviera lo que había soñado siempre, bajó de la autopista Ricchieri, encaró hacia su lugar de trabajo, saludó desde adentro de la camioneta y entró a lo que fue su oficina de este tiempo.

El game over le llegó la tarde anterior cuando su propio representante le comunicó que, desde AFA, le habían pedido hasta el chip de celular que le habían dado como parte del contrato.

Agotado de llevar la incertidumbre sobre su empleo, el entrenador estuvo el domingo en Funes, Santa Fe, a 16 kilómetros de Granadero Baigorria, la ciudad donde nació y por la que alguna vez se candidateó como consejal por una rama del Partido Socialista. Si la fama puede quitar los pies de la tierra, la angustia puede directamente hundirlos. Pero el Patón, entre tanto manoseo político a su espalda, entre la nueva Comisión Directiva y la vieja Comisión Normalizadora, no entrega lo último que le queda: su condición de ser como siempre.

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Está en Ezeiza porque, difícilmente, pueda seguir trabajando en ese lugar y porque la guerra por su contrato se viene tan dura que un mínimo error se volvería en argumento de abandono de trabajo. La reunión que comenzará con el final de su trabajo será a las 19, en la sede de AFA que queda en el centro porteño. Gustavo Lescovich, su representante, Chiqui Tapia, presidente, más unos cuantos directivos no definidos, se juntarán a negociar la salida. No habrá un final con razonamiento deductivo: los acuerdos a los que se puedan llegar ahí son diferentes y las situaciones pueden derivar en dos:

1) Del contrato de Bauza, quedan 900 mil dólares por abonarse. AFA podría ofertar un plan de pagos de 90 mil por mes. El premio por salir campeón en Rusia 2018 era de 450 mil dólares. El sector del empleado podría reclamar ese dinero, dado que la interrupción del mandato impide lograr ese objetivo firmado.

2) Del contrato de Bauza, AFA podría ofertar una suma menor a esa, producto de un detalle en el que se ampararía la nueva conducción: se trata de un entrenador contratado por una Comisión Normalizadora (es decir, un órgano de intervención), que arregló un contrato por un tiempo superior a su gestión.

El Patón recibió en estas últimas dos semanas miles de mensajes de Whatsapp. Teorías que aseguraban que hasta el presidente Mauricio Macri -al que él confesó haber votado- había pedido en un acto de inauguración de un predio de Boca que echaran al entrenador. Compromisos de Marcelo Tinelli de renunciar en caso de que lo despidieran -a lo que respondió que no se inmolara por él-. Incertidumbres de su cuerpo técnico, ya que muchos de los otros miembros no tienen un pasado como futbolista o como entrenador que les permita sobrevivir con tanta comodidad. Aprietes de operadores mediáticos, que lo mataban en sus editoriales, pero cuando les dio pie lo empezaron a elogiar, hasta convencerlo de ir al piso de un canal. Comentarios de gente que no conoce ni conocerá. Especulaciones de la Federación de Ecuador por reemplazar a Gustavo Quinteros. A todos les respondió lo mismo: "Estamos tranquilos y vamos a pelear hasta el final".

La lluvia no sólo le dará una sensación de tristeza sino que le impedirá jugar al tenis, su mayor lugar de descarga. Gerardo Martino, tras dos años en la Selección, cambió entero su cuerpo técnico y se recluyó en Estados Unidos, en una institución tan tranquila que lo presentaron tomando champagne. Bauza, a los 59 años, será agente libre, con un curriculum tan potente como haber ganado dos Copa Libertadores y haber estado en una Selección. Aún así, las despedidas son dolores, quizás, en este caso, no tan dulces.

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