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Bayern hexacampeón Coman Perisic LewyManu Fernández/Getty

En el Bayern hexacampeón cuentan absolutamente todos

Bayern Muniches el rey de la corona más compartida tras barrer con lo que se le cruzó a su paso. Hexacampeón de Europa tal y como el Liverpool, y dueño del segundo triplete de su historia con copa, liga y Champions, en el equipo de Hansi Flick todos están comprometidos con la idea de la colectividad como eje y en ese aspecto todos los cromos entienden a la perfección que su rol puede ser requerido en cualquier momento. 

El palmarés del Bayern

Boateng se lesiona en la media hora y Süle entra a lo mismo, firme y certero, luego de quedarse por fuera de la recta más decisiva. Niklas casi no erró nada de lo que tocó (93% de precisión) mientras Alaba por naturaleza se descuelga. También lo hacen Kimmich, y Alphonso Davies, los laterales extremos. Kingsley Coman entra en la historia más grande por el gol que le da forma al marcador definitivo de la final de las finales. Salto tras el centro de Kimmich y Keylor -figura hasta allí ante Lewandowski- batido por distancia. Aunque el francés, de la cantera del Paris Saint-Germain entra en los libros por relevar con tal acierto a Ivan Perisic, protagonista en las fases anteriores luego de que liderarse por 17 contra 11 en cantidad de titularidades el ex Juventus en la Bundesliga. Pavard y Lucas Hernández, titulares en la recta de desenlace de la liga de Alemana, no estuvieron, pero lo vivieron a mil en el banco. El grupo está encima. Siempre.

Coman lo gana todo. Lleva 9 ligas consecutivas y no entiende de presiones pues se ha levantado de la lesión que se te ocurra. Jugó una hora, y Perisic los 30 finales. Cada uno en su tarea por explotarle la banda a Timo Kehrer. Y cuentan todos. Gnabry y Coutinho, menos protagonistas esta vez, se ocuparon de la derecha, Bernat y Kurzawa. Thiago Alcántara se va del club siendo la calma, el foul, la muralla y el enlace con el ataque. Goretzka y Müller, el de siempre, suspiran más jerarquía. La necesaria. Neuer ataja lo válido (la doble del primer tiempo fue sublime) y lo opaca a Mbappé aunque el goleador estuviese frente a él con el offisde cobrado. Se abre de brazos y reclama el trofeo del mejor portero del mundo.

Como en el 74, en el 75, en el 76, en 2001, 2013 y 2020, el equipo al que no lo supera nadie en intensidad ni control posesional -no cae desde diciembre ante Borussia Monchengladbach por 2-1- no se complicó nada con el favoritismo. Es más le hizo eco a la palabra equipo, que se viene repitiendo en Lisboa y en todo el mundo Bayern, y remarcó con tinta profunda que ganar tanto requiere de una plantilla completísima. Uno a uno la fueron levantando en la premicación... Javi Martínez lo sintió fuerte, también Zirkzee. En cada semblante hay una realidad distinta, pero al fin y al cabo es un momento de la carrera que ubica a cada uno en lo más alto. Ya su primera tarea como hexacampeón es cubrir las partidas y Sané, Kouassi y Nübel giran aquella nueva maquinaria.

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