Si hubo alguien que alentaba a Bayern Munich y terminó festejando con los jugadores de Real Madrid, ese fue Alonso, el hijo de Arturo Vidal. El niño, pese a la amargura de su padre por la derrota como local, terminó yendo al vestuario visitante para conocer a las estrellas del equipo de Zidane y poder fotografiarse con dos de sus ídolos, Cristiano Ronaldo y Álvaro Morata.
Vidal Juniors, quizá, comprendió a su corta edad de qué se trata este gran espectáculo profesional: a veces se gana, a veces se pierde y, casi siempre, hay motivos para sonreír.