Con la intención de renovarse, dar un lavado de cara y atraer nuevas inversiones, la FIFA está pensando crear dos nuevos torneos internacionales: una nueva Copa Mundial de Clubes, que se jugaría cada cuatro años y en la que competirían 24 equipos; y una Liga Mundial de Naciones, que sería como una “mini Copa del Mundo", que se celebraría cada dos años (en octubre y/o noviembre), y en la que actuarían ocho selecciones.
El principal impulsor de estas novedades es el propio presidente de la FIFA, Gianni Infantino, ni más ni menos. Ambos proyectos, de hecho, fueron presentados en mayo y se supone que están respaldados por un gran grupo de inversores que llegarían desde Asia, Europa y Norteamérica, dispuestos a poner sobre la mesa cerca de 22.000 millones de euros para un ciclo de 12 años que empezaría a partir de 2021.
Claro que los posibles nuevos torneos ya generaron polémica y tienen una fuerte oposición. La UEFA, por ejemplo, no quiere ese nuevo Mundial de Clubes porque representa una amenaza para la Champions League. “Un mercantilismo altamente cínico y despiadado”, afirmó el presidente del máximo organismo europeo, Aleksander Ceferin, plantando un freno para las intenciones de Infantino.
La Liga Mundial de Naciones, si prospera, eliminaría a la actual Copa Confederaciones, pero aumentaría así la tan cuestionada carga de partidos, esa de la que tanto se quejan los futbolistas.
