El delantero de moda en Europa, con permiso de Mbappé, es noruego, se llama Erling Haaland y va detrozando las porterías que se encuentra a su paso. Con ese cartel, su nombre es de los que suena con fuerza para reforzar el ataque del Real Madrid, huérfano de un killer desde la marcha de Cristiano Ronaldo. Y la ida de los octavos de final de la Champions League contra el Sevilla era el día en el que Haaland se estrenaría en España.
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Era una noche de febrero sin público en las gradas. Todos le temían y él cumplió con su amenaza. Era un noruego en Sevilla, suelto en el Sánchez Pizjuán. El Sevilla más ilusionante no pudo frenar a Haaland en la ida de los octavos de final de la Champions League contra el Borussia Dortmund. Las armas de Lopetegui para frenar al noruego eran nada más y nada menos que Diego Carlos y Koundé, pero el partido del noruego fue monumental. Dos golazos y una asistencia para poner en ventaja al equipo amarillo en la eliminatoria.
Fue en la primera parte cuando el noruego construyó su ópera prima en España. Suso adelantó al Sevilla y eso pareció soliviantar a la bestia. Su primera acción decisiva tuvo lugar en el minuto 19, cuando asistió a Dahoud para empatar el partido.
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A raíz del empate, el noruego se desató. Como un bisonte, arrancó y no paró en el minuto 27 hasta batir a Bono tras tirar una pared con Sancho.
Y antes de marcharse al descanso, Erling Braut Haaland dio su tercer martillazo. Un disparo cruzado después de una asistencia de Reus ponía el 3-1 que parecía la puntilla para un Sevilla que no había visto venir a la bestia.
El paso por el vestuario calmó a la fiera que en la segunda mitad no creo prácticamente peligro después del torbellino que fueron los primeros 45 minutos. Solo al final del partido volvió a sacar su ira para enfrentarse al banquillo del Sevilla FC y a Munir. La amenaza menguó y el Sevilla aprovechó para recortar distancias y coger aire para la vuelta.
Con el partido del Pizjuán, Haaland (20 años y 211 días) solo ha necesitado jugar 13 partidos para marcar 18 goles en Champions League. Para hacer un comparación con dos gigantes, Cristiano necesitó 54 partidos y Leo Messi 39.
Esta ha sido la respuesta de Haaland a la exhibición de Kylian Mbappé este martes en el Camp Nou frente al FC Barcelona. El francés marcó un hat-trick que deja casi en la lona al Barça y el noruego ha venido a darle respuesta. Además, así lo ha confirmado al final del partido: "Vi el hat-trick de Mbappé y me motivé".
Y con estas actuaciones, muchos ojos se dirigen a Florentino Pérez, a quien la afición madridista ya reclama la llegada de uno de estos dos killers que en dos días en España han puesto todo su repertorio sobre el verde.