Tarde definitiva en el Pascual Guerrero, que recibía el duelo entre Escarlatas y Volcánicos y que respresentaba la última oportunidad de Juan Carlos Osorio para mantener vivas las esperanzas de meterse entre los ocho.
La Mecha fue ampliamente superior a lo largo de los 90 minutos y se hizo con el control de la pelota desde muy temprano, aunque el gol tradó en llegar, sin embargo, luego del primero, los demás aparecieron en cantidad.
Osorio logró parar un equipo equilibrado, que cometió pocos errores y que supo sacar ventaja de la fragilidad del visitante, un equipo que no ha logrado armarse para la presente campaña y que se ha quedado estancado en el fondo de la tabla, esperando a que el próximo año venga con la tan anhelada renovación.
América goleó y mantuvo viva la llama que le permite soñar con un lugar en los ocho que se convierte en el único salvavidas para un cuerpo técnico que, más allá de la victoria, sigue sin encontrar la continuidad y el estilo de juego que agrade a una afición exigente y que sigue esperando que el equipo mejore.
