Ratificar por qué es el actual bicampeón del fútbol colombiano en la escala internacional no es una tarea fácil para el Escarlata, que esta noche, en una floja presentación, cayó como local en el Alfonso López ante un certero Cerro Porteño.
Y es que en lugar de trasladar los argumentos que lo hicieron campeón de Colombia, América llevó a la Libertadores sus deficiencias y carencias que la Liga ya venía evidenciando a lo largo del año, al punto de volver a tener a Juan Cruz Real en la cuerda floja.
Una incorrecta lectura inicial del juego, las facilidades defensivas que el ‘Ciclón’ encontró por izquierda, el desespero propio de verse perdedor y una grave desconexión en sus hombres de ofensiva fueron las principales causas que llevaron a un primer juego de la fase de grupos con saldo preocupante.
Incómodo, impreciso y errático. Así se desenvolvió América ante un conjunto paraguayo muy certero en ambos frentes y que necesitó poco para sacar la ventaja. La desconcentración local para buscar el empate quedó patente con la acción individual de Moreno que pudo representar el empate, pero que terminó increíblemente en manos del arquero. Fue el fiel reflejo de un equipo que dependió de las individualidades más que de una cohesión colectiva, la misma que se acordó tarde de atacar más y mejor.
Ahora América llegará mermado anímicamente a los Cuartos de Final de la Liga, nada menos que ante Millonarios, así como a la segunda fecha de la fase de grupos, con una visita complicadísima a Brasil ante un Atlético Mineiro que tampoco inició bien en su debut frente a La Guaira. Y de paso con las críticas a Cruz Real enardecidas después de la tensa calma que había logrado en el campeonato.
