Vélez debe enfrentar este martes a las 21.30 a Deportivo Cali en el partido de ida de la segunda ronda de la Copa Sudamericana, pero pocas horas antes del partido se encendieron todas las alarmas en Liniers por un pequeño brote de coronavirus dentro del plantel, luego de que se confirmaran dos nuevos casos entre los futbolistas tras el contagio de Alexander Domínguez que se había informado durante el fin de semana.
El temor en el Fortín radicaba en que los dos nuevos infectados, Agustín Bouzat -que iba a ser titular en el duelo contra los colombianos- y el juvenil Luca Orellano, no tuvieron contacto estrecho con el arquero, que se contagió durante su estadía con la Selección ecuatoriana: el fin de semana, el compañero de habitación de Domínguez, Mauro Pittón, compartió un día de pileta con al menos otros cuatro futbolistas del equipo de Mauricio Pellegrino (Cristian Tarragona, Hernán De la Fuente, Lautaro Giannetti y Thiago Almada, quien ya tuvo coronavirus).
De todas formas, el "alivio" llegó pasadas las 17, cuando el reporte médico confirmó que no hubo otros jugadores que dieran positivo en el testeo ordenado por CONMEBOL. Por su parte, Deportivo Cali ya había establecido una comunicación con la Confederación Sudamericana para pedir garantías sanitarias en el encuentro.
El presidente del 'Azucarero', Marco Caicedo, habló al respecto en entrevista con Alexis Rodríguez de CM&: "Hemos hablado con la Comisión de Conmebol, ellos han activado el protocolo y garantizan que la población que va a jugar tiene resultados negativos. Es decir, dan plena garantía de que se han adpotado todas las medidas de mitigación y por lo tanto estamos tranquilos".
Así las cosas, el Deportivo Cali se presentará en el Amalfitani, esperando "no tener mayor incidente que lamentar", agregó Caicedo. El dirigente agregó que en la interna del equipo siguen cumpliendo las normas de bioseguridad pertinentes y que el índice posible de contagio durante un partido es mínimo, según la medicina.
