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Tras un mes del burofax de Messi casi todo sigue igual en el Barcelona


ANÁLISIS

Hoy se cumple un mes desde que Leo Messi le comunicara al Barcelona vía burofax su deseo de abandonar el club azulgrana, algo que de momento no ha logrado porque el presidente, Josep Maria Bartomeu, no le dio ninguna otra opción que tomar medidas legales contra el Barcelona, una posibilidad que el rosarino rechazó en su entrevista a Goal. Poco ha cambiado, en este aspecto, en el último mes. Apenas se han producido fichajes y Luis Suárez, su gran socio y aliado, es hoy nuevo jugador del Atlético de Madrid.

No hay que olvidar que el burofax de marras que Messi envió hace exactamente un mes venía precedido por la llamada de Ronald Koeman a Luis Suárez para decirle que "no cuenta conmigo" según el uruguayo reconoció en su despedida del club azulgrana. Aquella comunicación formal heló la sangre del barcelonismo y sólo seis días después tomaba forma la moción de censura unitaria, cuyos promotores solicitaron al club las papeletas para buscar las 16.520 firmas necesarias el 31 de agosto.

"Jamás iría a juicio contra el club de mi vida"

Messi tardó diez días en romper el silencio. Lo hizo en Goal para asegurar que "me quedo" después de que el presidente no le dejara otra vía de escape que ir a los tribunales y que fuera el juez el que determinara quién tenía razón en cuanto a la fecha de resolución de su contrato. "Jamás iría a juicio contra el club de mi vida" comentó entonces el delantero, resignado. El equipo llevaba unos pocos días entrenando a las órdenes de Koeman y Messi no tardó en reincorporarse al trabajo. Lo hizo el lunes siguiente a la entrevista, al cabo de tres días.

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Era el día 7 de septiembre. Sólo tres días más tarde, uno de los impulsores de la moción de censura, el precandidato Jordi Farré, reconoció en Goal que "la recogida de firmas de la moción de censura se aceleró después de las declaraciones de Messi en Goal". Ese mismo día, Bartomeu salió al paso para anunciar que adelantaba las elecciones a la presidencia al 21 de marzo pero ello no desactivó la moción de censura.

Messi, factor diferencial del equipo a pesar de todo

Paralelamente, el proyecto de Koeman echaba a andar el día 11 en el amistoso frente al Nàstic que se saldó por 3 a 1 y en el que Messi lució el brazalete de capitán después de volver a ser elegido por sus compañeros. El rosarino rayó a buen nivel y mejoró su rendimiento el día 16 en el amistoso ante el Girona que también acabó en 3 a 1 con dos goles suyos pero los problemas seguían acumulándose en la puerta de Bartomeu.

El día después de aquella victoria Quique Setién hizo público un comunicado anunciando sus intenciones de llevar al Barcelona a los tribunales a raíz de la falta de acuerdo por su rescisión el mismo día que los promotores de la moción de censura presentaban 20.687 firmas y estrechaban el cerco al actual presidente azulgrana. Bartomeu, de todas formas, salió al paso durante el 1 a 0 al Elche en el trofeo Joan Gamper para mostrar firmeza en sus intenciones de seguir en el cargo. "Aquí nadie va a dimitir".

Sin Vidal y Suárez, Messi se muestra inquieto

El día 22 el Barcelona despidió a Arturo Vidal en dirección al Inter. El chileno recibió el apoyo público de Messi, que sólo veinticuatro horas después asistía al final oficial de su amigo Luis Suárez como jugador barcelonista. A través de un comunicado al filo de la medianoche del miércoles el Barcelona anunció la salida del uruguayo en dirección al Atlético. El delantero se despidió el jueves 24 en una rueda de prensa en la que recibió el apoyo presencial de los cuatro capitanes, con Messi a la cabeza, y de Jordi Alba. Sin embargo, Messi todavía no se había hecho a la idea de la nueva realidad.

Empezó a hacerlo hoy, 25 de septiembre, cuando se cumple un mes desde que enviara el burofax. "No merecías que te echaran como lo hicieron" sentenció tras revelar que hoy se siente solo en el vestuario azulgrana. "Ya me venia haciendo la idea pero hoy entré al vestuario y me cayó la ficha de verdad" confesó un jugador del que Pep Guardiola, el entrenador que más y mejor le entendió, había dicho que lo único que debe preocuparle al club si quiere alcanzar el éxito es que "Messi esté contento". Sus palabras cayeron en saco roto a juzgar por los acontecimientos del último mes. Y lo que falta.

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