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Vinicius regresa a Mestalla, el estadio que quiere quitarse el estigma del racismo

El partido en Mestalla está caliente. Al cronómetro le quedan 20 minutos por consumir, el Valencia derrota 1-0 al Real Madrid y está consiguiendo tres puntos que pueden ser decisivos para evitar el descenso a Segunda, cuando a LaLiga 2022-23 le quedarán apenas tres jornadas por disputar.

Vinicius Junior toma el balón contra la línea de banda, a la altura del vértice del área grande y es presionado al instante por Foulquier y Toni Lato. Pero el brasileño es hábil y veloz. Sus fintas han sido un dolor de cabeza durante toda la tarde para el equipo Ché. Con un recorte rápido, escapa de los dos defensas y se interna en terreno peligroso.

Pero su carrera es detenida por un obstáculo inesperado: un segundo balón -que circunstancialmente estaba dentro del campo de juego- golpea al que el jugador blanco llevaba pegado a su bota derecha, luego de que Cömert lo enviara deliberadamente en su dirección. El enésimo tumulto de la jornada entre los jugadores es inmediato. Las discusiones se repiten y la reanudación del juego se demora. Y entonces, sucede.

Mientras espera al borde del área chica que Kroos ejecute el tiro libre indirecto sancionado por De Burgos Bengoetxea, Vinicius se desentiende por completo de quienes lo rodean y se dirige a la grada detrás de la portería con un dedo acusador en alto. La furia se nota en su gesto. Señala a dos aficionados en particular. Mira hacia un costado y pide que alguien tome cartas en el asunto: el gesto de mono que realiza no deja lugar a dudas sobre lo sucedido.

Los futbolistas de ambos equipos se acercan. Los de Valencia buscan quitar al brasileño del lugar para que el partido continúe. Los del Madrid quieren saber qué pasó. "Me dicen mono y hacen así", dice Vini a Tchouaméni, después de pasar largo rato insultando casi cara a cara a los agresores. "Eso no se hace, racistas de mierda", espeta Lucas Vázquez al grupo de hinchas valencianistas. Rüdiger pide calma.

El carioca quiere irse del campo. Carlo Ancelotti se acerca a hablarle al oído en tono paternalista y le da un beso. "Le he dicho que no debía irse porque él no es el culpable, sino la víctima", explicará posteriormente. Luego, el entrenador se acerca al colegiado y le pide que sea él quien suspenda el partido. De Burgos se compromete a hacerlo si ocurre otro episodio similar. Tras recibir la promesa por parte del árbitro, Vinicius acepta seguir.

Con los ánimos completamente exacerbados, el brasileño acabará la jornada expulsado por agredir a Hugo Duro en los minutos finales y se retirará del campo de juego haciendo un "2" con los dedos, para burlarse de la posible pérdida de la categoría del Valencia. Un gesto que había realizado ya durante el partido y de camino al vestuario en el descanso.

Pasaron ya más de nueve meses de aquel 21 de mayo de 2023. Y este sábado 2 de marzo, casualmente un día después de la celebración del Día Mundial de la Cero Discriminación, Vinicius Junior volverá a Mestalla. Un estadio que, desde aquel incidente, intenta quitarse la imagen de racista.

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    Un caso paradigmático

    Lo sucedido en la última visita del Madrid a Mestalla no fue un episodio aislado. Los casos de racismo se han multiplicado en los últimos años en los estadios españoles, a la par del auge de los discursos segregacionistas en la sociedad. Sin embargo, el ataque a Vinicius -como había ocurrido en 2014 con el plátano arrojado a Dani Alves- se volvió un caso paradigmático de la lucha contra el racismo y la discriminación, al punto que llegó hasta la Justicia ordinaria.

    Las muestras de solidaridad con el brasileño se multiplicaron en todo el mundo, el gobierno de Brasil emitió un comunicado y hasta ordenó que se apagaran las luces del Cristo Redentor de Río de Janeiro como mensaje en contra de lo sucedido y desde LaLiga pidieron que se modificara la ley "contra la violencia, el racismo, la xenofobia y la intolerancia en el deporte" para agilizar los castigos a los responsables.

    El propio jugador quedó erigido como un referente de la campaña global en busca de un fútbol más sano: en octubre de 2023 recibió el Premio Sócrates durante la gala del Balón de Oro por sus acciones benéficas en su país y por su militancia contra el racismo. Una imagen que muchas veces no se condice con sus actitudes dentro del campo de juego, tanto hacia los jugadores como a los aficionados rivales.

    Tras lo sucedido en el estadio del Valencia, además, la Federación Española buscó tomar la lucha como propia y el 5 de junio de 2023, dos semanas después de los hechos, anunció un acuerdo con la Confederación Brasileña para disputar un amistoso contra la discriminación bajo el lema "Una misma piel". En enero de este año se confirmó que el encuentro se llevará a cabo el 26 de marzo en el Santiago Bernabéu.

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  • Vinicius Valencia Real Madrid racismoGetty Images

    La causa sigue su curso

    Más allá de lo ocurrido dentro del campo de juego, el incidente de Mestalla tuvo múltiples consecuencias en los estrados. En primer lugar, el Valencia anunció, inmediatamente después de finalizado el partido, la expulsión de por vida de los tres aficionados que habían sido vistos haciendo gestos racistas en el circuito cerrado de televisión del estadio.

    Dos días más tarde, el Comité de Competición anunció la clausura de la Grada de Animación valencianista durante cinco partidos, aunque finalmente el castigo se redujo a tres jornadas luego de que el club apelara.

    Al mismo tiempo, el Real Madrid y la Asociación de Futbolistas Españoles presentaron sendas denuncias ante la Fiscalía General del Estado y la Fiscalía de Valencia abrió una investigación de oficio por el delito de odio. Dos días después del partido, los tres jóvenes identificados por el club, de entre 18 y 21 años, fueron detenidos y puestos en libertad a las pocas horas, tras prestar declaración.

    Finalmente, la causa quedó abierta en el Juzgado Número 10 de Valencia y se encuentra desde entonces en la etapa de instrucción. Además de los acusados y múltiples testigos, por los estrados han pasado el propio Vinicius (quien postergó dos veces su declaración, una por encontrarse de vacaciones) y Eder Militao, quien fue agregado como víctima en el caso luego de que LaLiga presentara una serie de vídeos donde se ve cómo el central recibe agravios racistas. Según reportó esta semana EFE, el próximo jueves 7 de marzo el juez tomará declaración a una última tanda de testigos y luego deberá definir si eleva el caso a juicio.

    Previamente, en diciembre pasado, otra causa -independiente a esta- sobre insultos racistas hacia Vinicius ese mismo 21 de mayo en la llegada de autobús del Real Madrid al estadio fue archivada a pedido de la Fiscalía, que no logró identificar a ninguna persona en particular en la multiplicidad de vídeos sobre los hechos que tenía a su disposición.

  • Cambio de narrativa

    Mientras Vinicius salió empoderado del incidente en Mestalla, del otro lado la imagen tanto del Valencia como de sus aficionados quedó muy dañada. Las imágenes de lo ocurrido dieron la vuelta al mundo y de poco ayudó que, en un primer momento, tanto el brasileño como Ancelotti señalaran que, luego de la expulsión del jugador, todo el estadio le había gritado "mono", a pesar de que el grito de la grada había sido "tonto".

    Posteriormente, el entrenador madridista rectificó sus dichos en rueda de prensa y, según una información divulgada esta semana por la agencia EFE, Vini también admitió durante su declaración ante el juez que no había sido la totalidad de los aficionados quienes lo habían agraviado por cuestiones raciales, a pesar de que había notado un "clima de exaltación" en las gradas.

    Esta revelación significó un importante giro en la narrativa del caso: después de que el brasileño compareciera en los estrados en octubre pasado, el abogado de uno de los acusados aseguró en la prensa que el jugador había sostenido su versión de que los insultos xenófobos habían sido generalizados. Una versión que llevó, incluso, a que el Valencia emitiera un comunicado para manifestar su "sorpresa, rechazo e indignación" y exigir una "rectificación pública" por parte de Vinicius.

  • Valencia Real Madrid Mestalla aficionadosGetty Images

    El Valencia quiere limpiar su imagen

    Desde que tomó la decisión de expulsar a los tres aficionados y hasta la fecha, el Valencia se encuentra en una férrea pelea por limpiar su buen nombre y el de sus aficionados. En más de una ocasión, el club pidió que no se asocien las imágenes de Mestalla con el racismo, tal como ocurrió -por ejemplo- en el vídeo que se emitió cuando Vinicius recibió el Premio Sócrates, y siempre se encargó de destacar la celeridad con la que se actuó para identificar y castigar a los que considera como los únicos responsables del incidente.

    El club, además, puso en marcha en septiembre la iniciativa "VCF World - Zero Discrimination", un proyecto con el que busca aglutinar todas las acciones en contra del racismo, el bullying, la homofobia y otras formas de discriminación.

    En ese marco lanzaron un decálogo contra la discriminación que debe aplicarse tanto en Mestalla como en cualquier instalación del club y organizaron un taller contra el racismo para las categorías formativas, del que participó el jugador del primer equipo Diakhaby.

    En esa búsqueda de pasar página a lo ocurrido el 21 de mayo pasado, la directiva valencianista decidió esta semana impedir el ingreso al estadio de los productores del documental sobre Vinicius, que pretendían tomar imágenes del trato que recibirá el futbolista blanco en su regreso a Mestalla.

  • Vinicius Junior Real Madrid 2023-24Getty Images

    Cómo esperan a Vinicius en Mestalla

    El club y la afición valencianistas quieren aprovechar el partido de la 27° jornada de LaLiga 2023-24 para mostrar que no son racistas. Sin embargo, eso no significa que a Vinicius le espere una recibida amistosa.

    En Mestalla sienten que quedaron como los villanos de una historia mal contada y remarcan que la agresión xenófoba dejó en un segundo plano el comportamiento del brasileño durante aquel partido. En ese marco, el diario local Superdeporte lleva varias semanas con distintas provocaciones hacia el brasileño y aseguró en una de sus portadas más recientes que desde Madrid existe "un acoso" contra el Valencia desde hace un año.

    Por eso, no sorprende que un sector de la afición ya tenga preparada una tonada especial para dedicarle al extremo madridista, al ritmo de la canción infantil de Pinocho:

    Había un jugador

    Famoso del Real Madrid

    Lo único que hacía

    Era llorar y mentir

    Lloraba por aquí

    Lloraba por allá

    Y siempre se burlaba de la gente y el rival

    A Valencia llegó

    Y el cuento se acabó

    El problema es que es tonto

    Y nunca fue por su color

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