¿Puede el Barcelona permitirse económicamente la vuelta de Messi? salario y cómo funciona el fair play financiero de LaLiga

Ahora mismo, las cosas no parecen ir bien para el Barça. El año pasado el Barça hizo todo lo que pudo por traer a nuevos fichajes, que han ayudado a conseguir -muy probablemente- el título de Liga tres años después del último.

Pero las famosas palancas de Laporta eran soluciones a corto plazo. Aunque el Barça no está en peligro inminente como club, su situación financiera es más limitada que nunca y el presidente de La Liga, Javier Tebas, no cederá en sus exigencias de recortar 200 millones de euros.

Parte de esta cifra tan elevada es el excesivo gasto del Barcelona en salarios y fichajes en esta temporada. La Liga establece cuánto puede gastar cada club al año, un límite salarial que va directamente relacionado con el dinero que ingresa el propio club. En otras palabras, si el Barcelona gana más dinero a través del éxito deportivo, la venta de entradas o la venta de jugadores, puede gastar más dinero. Pero si las dos cifras son demasiado dispares, es decir, si el club está gastando mucho más de lo que ingresa, entonces la Liga puede limitar su gasto.

En este momento, con estas regulaciones de la Liga, el Barça no tiene margen de maniobra para moverse en el mercado y la Liga ha insistido repetidamente en que no hará excepciones en el caso de Messi. En resumen, el Barça tendrá que jugar con las reglas que ha establecido la Liga.

Esta temporada, el Barça ha gastado alrededor de 650 millones de euros entre salarios y fichajes. Las reglas de LaLiga piden al Barça bajar la cifra hasta los 450 millones para poder gastar este verano, segun The Athletic.

Teniendo en cuenta el contexto actual del fútbol, no es descabellado pensar que el Barça pueda lograr estos números. El Barcelona podría generar el dinero necesario mediante la venta de jugadores, y si eliminan algunos sueldos de jugadores importantes. No es un número imposible de alcanzar.

Pero antes de que el club pueda empezar a recortar, tiene más gastos que cumplir. Los nuevos contratos de Gavi, Araújo y Sergi Roberto todavía no han sido registrados por el club. Tamibén tienen un acuerdo para fichar al defensa del Athletic Iñigo Martínez, que también tendrá que ser inscrito, y todavía no está claro cuánto van a costar estos movimientos.

También hay otros factures que complican la situación financiera del club. El club va a iniciar la ambiciosas obras de remodelación del Camp Nou y el club tendrá que jugar el año que viene en el Estadio Olímpico de Barcelona.

El estadio situado en Montjüic tiene una capacidad mucho menor que la del Camp Nou y esto podría afectar los ingresos de los días de partido del club. Según The Athletic, la pérdida podría llegar hasta los €90 millones. Aunque el estadio aún tiene una capacidad considerable de 55.000 espectadores, recuperar todos esos ingresos no será tan fácil en un campo más pequeño y menos atractivo para el visitante.

Messi y los inmensos beneficios económicos que vendrán con su posible llegada son sin duda una solución a estos problemas. Pero el Barcelona tiene que solucionar otros problemas antes de poder enfocarse en el argentino.

Los movimientos que Laporta hizo el verano pasado fueron realmente buenos y permitieron al club generar una impresionante cifra de 738 millones en pocas semanas.

Pero no se puede repetir un nuevo verano de palancas. Esto se debe a un cambio en la normativa de La Liga desde diciembre de 2022, que estableció que solo el 5% de las ventas de activos pueden contar para los límites salariales. En pocas palabras, recaudar dinero a través de esos medios del verano pasado, como derechos televisivos, patrocinios, merchandising, ya no va a afectar significativamente a la cantidad de dinero que un club puede gastar en jugadores. El Barcelona tendría que recaudar miles de millones para poder inscribir a un gran nombre este próximo verano.

Aun así, han encontrado formas de reducir costes. Por un lado, se beneficiaron de la repentina retirada de Gerard Piqué, unos meses después de que Xavi le dijera al mítico central que ya no sería un jugador habitual en el equipo. El defensa central ya había aplazado una buena cantidad de su salario, pero al retirarse 18 meses antes de que terminara su contrato, renunció a aún más. La venta de Antoine Griezmann al Atlético de Madrid también ayudó a equilibrar los libros de cuentas.

El director deportivo, Mateu Alemany, insistió en febrero que estos dos movimientos -así como la venta del delantero Memphis Depay- ahorraron al Barça alrededor de 90 millones.

El club también ha reducido costes en otros departamentos. La semana pasada anunció la sorprendente decisión de cerrar su canal televisión, Barça TV. Al eliminar el canal, que proporcionaba contenido regular en los días de partido y programación exclusiva, se recortan 8M€ del presupuesto. Pero también provoca el despido de 150 empleados y la eliminación de una plataforma que es muy popular entre algunos de los aficionados más devotos del Barça.

Sin las famosas "palancas" disponibles, las opciones del Barça son limitadas. Probablemente, las opciones del Barça pasan por las reducciones de contratos y las ventas de jugadores. Y el Barcelona tiene algunos posibles candidatos en ese sentido. Clement Lenglet, Sergiño Dest y Samuel Umtiti han pasado toda la temporada cedidos y están a la venta este verano.

También hay opciones de recortar en renovaciones. El contrato de Sergio Busquets expira este verano y ya ha admitido que estaría dispuesto a aceptar una rebaja de su supuesto salario anual de 37 millones de euros brutos. El veterano lateral izquierdo Jordi Alba también ha expresado su disposición a ajustar su salario para facilitar el bienestar financiero del club.

El club también ha discutido reducciones salariales con Marc-Andre Ter Stegen y Frenkie de Jong, según Mundo Deportivo, pero hasta el momento ninguno de los jugadores ha expresado públicamente su deseo de renunciar a parte de su sueldo.

La venta de jugadores es un capítulo complicado para el Barcelona. El club no tiene jugadores un alto valor de mercado y de los que se pueda permitir prescindir.

Raphinha ha aparecido repetidamente en varios rumores de traspaso. Aunque el extremo ha hecho una temporada bastante buena en el Camp Nou -con 13 contribuciones de gol en La Liga- no está claro cuánto podría obtener el Barça por un jugador por el que pagaron 59 millones el verano pasado. Sería complicado obtener un gran beneficio con un traspaso por el brasileño. Además, según As, El club le debe al Leeds United hasta el 80% de la tarifa que pagaron por el extremo. Solo una oferta desorbitada haría que su venta valiera la pena.

Ansu Fati es quizá el jugador con más números de salir. El internacional español, que fue uno de los extremos más prometedores del mundo, ha visto estancada su carrera por una serie de lesiones de rodilla. Y aunque ha habido destellos del adolescente que una vez fue comparado con Messi, Fati necesita minutos y regularidad para recuperar su mejor nivel, algo que el Barça no puede ofrecerle. El Barcelona podría proponer una cláusula de recompra generosa por el jugador de 20 años, pero los posibles compradores podrían ser cautelosos con un jugador propenso a sufrir lesiones.

El Barça ha estado ya en una situación parecida. Intentaron deshacerse de De Jong el verano pasado casi forzándolo a salir por la puerta de atrás a Manchester United. El acuerdo no se cerró y el Barça negó que quisiera una venta del holandés.

Además, Laporta negocia en una posición de debilidad. Los pretendientes de cualquier jugador del Barça saben que el club está desesperado por vender. Salvar el fair play financiero con las ventas sin mermar el nivel del equipo, no parece muy viable.

La principal duda es saber qué le puede ofrecer el Barça a Messi. Hace dos años, cuando Messi dejó el Barcelona, Se instaló la idea equivocada de que el jugador podía quedarse en el Camp Nou y jugar gratis, una campaña promovió el mismo Laporta. Poro eso no era realmente así, ya que las reglas de La Liga solo permiten reducir los salarios hasta un 50% de su valor anterior.

Laporta cumplió con esas reglas. El acuerdo que Messi supuestamente aceptó antes de irse al PSG en 2021 fue un salario neto de 10 millones, el contrato más bajo que Messi podía tener en ese momento. Pero no fue suficiente para La Liga, que se negó a romper sus propias reglas y impidió que el Barça firmara con el argentino un nuevo contrato.

Dos años después, Messi no está obligado a cumplir esas reglas. Pero no es una garantía de que el jugador esté dispuesto a aceptar una gran reducción de su salario neto actual de 35M€. Incluso si está decidido regresar a su antiguo club, el argentino seguirá pidiendo un salario elevado.

El Barcelona no planea pedirle que juegue gratis. Según Sport, el club catalán quiere a Messi 13 millones , un salario similar al de Robert Lewandowski.

Supuestamente han prometido reinvertir dinero de nuevos patrocinios para complementar ese salario relativamente bajo. Aunque las nuevas reglas de La Liga limitan en gran medida cuánto dinero de acuerdos comerciales puede destinarse a transacciones de jugadores, el club espera que el inmenso interés de terceros genere suficientes ingresos para que el Barça complemente un salario base que es relativamente bajo para el argentino.

También se deben considerar otras necesidades que tendrá que cubrir el Barça, como las taxas y tal vez las primas de fichaje adicionales para su agente. Una cosa es segura: a pesar de la buena voluntad entre las partes, Messi no será barato.

La esperanza del Barça en todo esto es que la llegada de Messi sería un beneficio financiero enorme para el líder de La Liga, similar a la llegada de Cristiano Ronaldo al Manchester United hace casi dos años.

Un regreso del argentino ciertamente conducirá a un aumento en las ventas de camisetas, un aumento en el interés por el equipo y muchas otras oportunidades de generar ingresos. En resumen, es posible que su regreso a Barcelona sea un instrumento necesario para la recuperación económica. Pero en este momento, el club blaugrana no puede pagarle. Ni siquiera pueden pagar a los jugadores que ya poseen.

Hasta ahora el único plan del Barça para traerle ha sido rechazado. A partir de aquí tienen que conseguir unos 200 millones de euros que no es precisamente moco de pavo.