Mbappé obviamente tiene un ego enorme. Creció más que el Paris Saint-Germain y lo sabía, por lo que efectivamente hizo lo que quiso en el Parque de los Príncipes. También existe preocupación sobre dónde encaja exactamente en la alineación titular del Madrid. Su llegada no era precisamente imprescindible.
El Madrid ya cuenta con Vinicius como un extremo izquierdo de talla mundial. Ahora tienen dos, evocando recuerdos de la extraña decisión de Pérez de traer a Beckham cuando ya tenía a Figo para el flanco derecho. Sin embargo, a Mbappé le conviene hacer que esto funcione, por lo que es poco probable que veamos el mismo tipo de petulancia que presenciamos en París.
Realmente no puede permitirse el lujo de causar problemas en el Real Madrid. Al fin y al cabo, necesita al equipo para ganar la Champions, y no al revés. Es probable, por tanto, que continúe con la ofensiva de encanto que inició hace años, hablando constantemente de la realización de un sueño de infancia y jugando donde quiera el técnico.
Además, se dice que Vinicius y Bellingham ya están deseando jugar junto a Mbappé, y si Rodrygo está tan entusiasmado es otra cuestión, dada la evidente amenaza a su puesto titular. Recuerde, otra superestrella brasileña en ciernes, Endrick, también está en camino desde Palmeiras, lo que significa que el Madrid estará repleto de talento ofensivo la próxima temporada.
Aún así, si bien obviamente habrá problemas tácticos e interpersonales para resolver, ¿quién mejor que Carlo Ancelotti para resolverlo todo? Es el equivalente actual de Del Bosque según Pérez, sólo que esta vez no tiene intención de alterar la delicada armonía del vestuario al deshacerse de una presencia tan tranquilizadora.
Pérez ahora también aprecia plenamente la importancia de tener bases sólidas, razón por la cual ha pasado las últimas temporadas contratando a mediocampistas jóvenes como Aurelien Tchouameni y Eduardo Camavinga. Se dice que el defensa adolescente del Lille, Leny Yoro, también podría llegar antes del inicio de la próxima temporada.
Pérez, entonces, está perfectamente posicionado para iniciar una nueva era de éxito en el Santiago Bernabéu, construida alrededor de la brillantez combinada de Mbappé, Bellingham y Vinicius, lo que realmente no es una buena noticia para el Barcelona y el resto de los rivales del Madrid, pero representa un pensamiento emocionante para los seguidores del Real de todo el mundo.