Cubarsi lo manejó como un veterano, anulando a Osimhen. Lecturas correctas, fuerza física, personalidad, inteligencia y un pie muy entrenado en el reparto de balones en fase de construcción: si Xavi le dio las claves de la defensa con 17 años, por algo tenía que ser.
Fermín López jugó por la emergencia de lesiones que redujo hasta los huesos el centro del campo del Barça. El joven dividió las líneas defensivas y medias del campo contrario con inserciones, dinamismo y capacidad para llegar al gol. El gol del 1-0 supuso la clásica guinda a una actuación magistral.
Finalmente lo bordó Yamal, para quien las comparaciones con el primer Messi abundan. Después del Barcelona-Napoli, probablemente hayan aumentado esas comparaciones. Incontenible cuando sale a toda velocidad, Lamine (¡2007!) combina la carrera con una técnica desbordante. Tanto él como Raphinha fueron auténticas espinas clavadas en la defensa napolitana, lo que hizo perder el ritmo a Di Lorenzo y Mario Rui.