Xavi Hernández fue protagonista en el partido que enfrentó al Barcelona con el Villarreal, por la Jornada 22 de LaLiga.
Ya había sido amonestado por protestar en la segunda parte del encuentro, pero su figura tomó mayor relevancia en el tiempo de descuento, después de que desde el VAR llamaran al árbitro del partido, Munuera Montero, para que revise el penalti que había pitado en favor de los catalanes. Un penalti que pudo haber supuesto el 4-3 de los azulgrana.
El VAR llamó al colegiado para ver de nuevo la acción en el monitor, y el trencillas acabó cambiando su decisión original. En ese sentido, finalmente no pitó el penalti porque consideró que el defensa del Villarreal tenía el brazo pegado al cuerpo cuando el balón rematado por Gundogan da en su codo.
En ese momento, con 3-3 en el marcador, Xavi explotó y dijo mirando a la cámara "una vergüenza, una vergüenza". Un par de minutos después, su equipo perdió 3-5 y se despidió prácticamente de la lucha por LaLiga.