Alguna vez, un hincha del fútbol argentino se hizo famoso por una frase que las cámaras capturaron y, sin saberlo, convirtieron en eterna: "Quince pesos sale un paty acá. Con quince pesos... Con quince pesos me hago alto guiso", dijo el muchacho indignado con el precio de la hamburguesa que acababa de comprar en la cancha de San Lorenzo, en el Bajo Flores.
Claro que aquel hincha tendría muchos más problemas para alimentarse en el otro fútbol, el de los Estados Unidos: este domingo se celebra la edición número 54 de Super Bowl, la gran final del fútbol americano, y en la que se estima que cada espectador gastará en merchandasing, cerveza y demás un promedio de 80 dólares. ¿Cuántos "altos guisos" podría hacerse aquel hincha argentino con ese dinero?
EL EVENTO MASIVO QUE NO PUEDE CON EL CLÁSICO
Cada año se celebra en los Estados Unidos el Súper Tazón -según su traducción al castellano-, el partido que define al campeón de la NFL, la única liga profesional de la disciplina que existe en el planeta. Se trata del evento social más importante de cada año en el país norteamiercano, no sólo por su implicancia deportiva, sino también por su trascendencia social y económica. Por ejemplo, se estima que este domingo, durante el duelo que disputarán los San Francisco 49ers frente a los Kansas City Chiefs, se comerán 1.300 millones de alitas de pollo, mientras que la famosa cadena Domino's venderá unos dos millones de pizzas.
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Además, en todo el domingo del Superbowl se venden más de 49 millones de cajas de cervezas, se gastan 2.37 millones de dólares en la compra de refrescos y se comen 3.8 millones de toneladas de pochoclo. Solo durante el partido, se comen en los Estados Unidos 35 millones de kilos de guacamole. Pero no termina ahí: el lunes, en todas las tiendas de Estados Unidos habrá un incremento del 20 por ciento en la venta de antiácidos, por si a alguien le cayó mal el espectáculo de Shakira y Jennifer López, las primeras latinas encargadas de animar el entretiempo del duelo en la historia.
Según estimaciones, el domingo del Super Bowl es, después del día de acción de gracias, la jornada en que más alimentos se consumen en Estados Unidos. Por otra parte, el mercado publicitario aporta otra gran millonada de dólares a la fiestita: cada comercial de 30 segundos cuesta entre 5 y 5,5 millones de dólares, para que los vean más de 100 millones de televidentes, solo en Estados Unidos. Y la venta de entradas también manejó precios alocados: según el sitio Ticketmaster, el precio promedio de las entradas estaba en el orden de los 9.175 dólares. En total, se estima que las compras de cualquier tipo asociadas al Super Bowl representan un negocio de 15 mil millones de dólares.
Millones y millones de dólares dando vueltas en el otro fútbol, que tiene más de publicidad que de popularidad. Un deporte en el que los hinchas viajan más de 2000 kilómetros para ver a sus equipos y en el que, sin lugar a dudas, nunca comieron un "alto guiso".
