Hansi Flick posó pacientemente para las fotografías mucho después de finalizar el entrenamiento público. Como un adelanto de su despedida, recorrió el pequeño estadio de Wolfsburgo durante su vuelta de honor y unas horas más tarde, se confirmó lo que ya se sabía. Tras la goleada ante Japón, la Federación Alemana de Fútbol (DFB) anunció su destitución como seleccionador nacional, en medio de una profunda crisis.
El director deportivo, Rudi Völler, el entrenador sub-20, Hannes Wolf y Sando Wagner estarán de manera interina en el banquillo durante el partido de este martes en Dortmund contra Francia, subcampeona del mundo. "No es un momento fácil para mí, porque en febrero me uní a la DFB para apoyar a Hansi Flick con todo lo que pueda para que pudiera tener éxito", dijo Völler.
Pero el éxito deportivo no se materializó: La Federación Alemana de Fútbol tuvo que actuar nueve meses antes de la Eurocopa que jugarán en casa. "Los comités coincidieron en que la selección absoluta masculina necesita un nuevo impulso después de los recientes malos resultados", afirmó en un comunicado el presidente de la DFB, Bernd Neuendorf. Después de la "decisión más difícil de su mandato", añadió: "Necesitamos un espíritu de optimismo y confianza de cara al Eurocopa en nuestro país".
Antes de Hansi Flick, ningún seleccionador nacional había sido despedido
Tras destituir a Flick después de 770 días, la asociación logró algo nuevo: ninguno de los diez predecesores de Flick había sido despedido. Después del vergonzoso 1-4 contra Japón, al técnico no le quedó otra opción. "El éxito deportivo es la principal prioridad de la Federación Alemana. Por eso la decisión era inevitable", afirmó Neuendorf. La asociación no presentó una solución permanente. El objetivo, sin embargo, es "regular la sucesión lo más rápido posible".
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Tampoco ayudó el récord inicial del técnico de 58 años de ocho victorias contra rivales de segunda categoría. El ex entrenador del Bayern Múnich quedó demasiado dañado por la debacle del Mundial de Qatar como para lograr el cambio esperado y el cambio de humor que se necesitaba con urgencia. Incluso si lo vio de otra manera inmediatamente después de la reveladora actuación contra Japón. "Creo que lo estamos haciendo bien y soy el entrenador adecuado", afirmó Flick en una autoevaluación.
El ex segundo auxiliar de Joachim Löw también se mostró combativo durante el entrenamiento público ante 2.376 aficionados el domingo por la tarde. "Seguiré luchando", gritó a los aficionados y le hizo cosquillas en el estómago a un niño pequeño con una camiseta. Pero tenía malas sospechas: “muchas cosas son difíciles de predecir” en el fútbol profesional.
Hansi Flick ya no es seleccionador de Alemania: las estadísticas eran demasiado alarmantes
Así que sus preocupaciones rápidamente lo alcanzaron nuevamente. Los dirigentes de la DFB en torno a Neuendorf, Hans-Joachim Watzke y Völler se reunieron por la tarde en una junta urgente.
Las estadísticas eran demasiado alarmantes. La última vez que la selección nacional sufrió tres derrotas seguidas fue hace 38 años con Franz Beckenbauer. Solamente se ganaron cuatro de los últimos 17 partidos. Desde el desastre del Mundial sólo ha habido una victoria en seis partidos.
Los cambios de Flick, Ilkay Gündogan como nuevo capitán, el reacomodo de Joshua Kimmich a la lateral derecha: con esto, el seleccionador nacional quería dar una señal de vida. Mira, estoy peleando, soy moderno. ¡Ya tenemos una filosofía de juego! Las cosas salieron absolutamente mal. Esto también incluía la idea de enviar a Nico Schlotterbeck en la lateral izquierda a una batalla desesperada contra unos japoneses mucho más rápidos y ágiles.
La Selección alemana en crisis: “Ahora mismo no somos lo suficientemente buenos”
Los aficionados en la Volkswagen Arena silbaron con fuerza y
Thomas Müller le dijo al medio futbolístico lo que era necesario. Alemania sólo se encuentra “entre los 10 o 15 mejores del mundo” en su propia percepción, tal vez en la teoría, “pero no en la realidad”.