“Hace rato que River juega mal”, gritó Juan Román Riquelme detrás de cámara, mientras se desarrollaba la transmisión de TV posterior al Superclásico que Boca y el Millonario igualaron en la Bombonera. Más allá de las formas, el vicepresidente Xeneize tenía motivos para decir lo que dijo. Tras la salida de una pieza clave como Nacho Fernández y la llegada de varias caras nuevas para esta temporada, el equipo de Marcelo Gallardo está en plena transición y donde más queda en evidencia, por supuesto, es dentro de la cancha.
VIDEO: Todos los goles del triunfo de River en Mendoza
Sin embargo, apenas seis días después de aquella chicana en forma de grito del ídolo de Boca, River se olvidó de la transición, dejó atrás todos sus defectos y, al igual que ante Racing en la final de la Supercopa, tuvo una actuación demoledora para aplastar 6-1 a Godoy Cruz en Mendoza.
Fue una de esas noches en las que a River le salen todas. Frente a un Tomba que prácticamente no atacó y mostró falencias importantísimas a la hora de defenderse, el Millonario tuvo todo servido para florearse. Y vaya si lo hizo. Además de no padecer sobresaltos en el fondo ni notar las ausencias de Montiel, Casco y Angileri, tampoco sufrió los problemas de efectividad que le habían costado muchos puntos -y numerosas críticas- en partidos anteriores.
Rafael Borré hizo cuatro goles, se llevó la pelota y fue indudablemente la figura, pero también hubo otros puntos muy altos, como Matías Suárez –autor del segundo tanto-, Julián Álvarez –gritó el cuarto- y Agustín Palavecino, que tuvo su mejor partido desde que llegó a Núñez.
Pese a que enfrente tuvo a un rival que hoy por hoy no es medida, River brilló en Mendoza y sintió que, mientras sigue dándole forma a su versión 2021, hay argumentos para animarse a volver a creer.
