No es habitual encontrarlas en este espacio. Los vestuarios, las canchas de fútbol, las concentraciones de los equipos masculinos son espacios poco frecuentes para las mujeres. De a poco, es verdad, fueron haciéndose un lugar y alejando los prejuicios con dedicación, esfuerzo y capacidad: presidentas de clubes, árbitros, asistentes, periodistas deportivas, psicólogas de planteles aparecieron en las últimas décadas en el mundo de la pelota. En este caso, River marcó una nueva Era: Sandra Rossi como ayudante del cuerpo técnico del Muñeco.
Barovero y Pisculichi, sobre Sandra Rossi: "Nos mejoró técnicamente, fue muy importante"
Rossi es médica especialista en Medicina del Deporte. Está a cargo del Laboratorio de Entrenamiento Visual y Sensoriomotor del Cenard (Centro Nacional de Alto Rendimiento Deportivo), y también es directora de 1st Place Institute, en Miami. Conoció a Gallardo en la última etapa de éste como jugador, cuando acudió a ella para someterse a su entrenamiento.
Médica recibida en la Universidad de Buenos Aires, Rossi se metió de lleno en la medicina deportiva, especialmente en el entrenamiento de los sentidos. Eso es lo que aplica en el plantel de River. Esto: entrena el cerebro de los deportistas a través de la neuroplasticidad cerebral con el objetivo de mejorar los tiempos de reacción.
La intención, moderna para el fútbol argentino, es que a partir de la práctica sean más eficaces las respuestas motoras, se ayude a mantener la concentración y el foco, de manera voluntaria. Se entrena el campo visual. Se mejora en los sentidos. Se gana en concentración. O esa, al menos, es la idea. Aunque está más habituada a tratar con atletas de manera individual, trabajó con jugadores y jugadoras de vóley y de hockey (entre ellas, Las Leonas), y también con futbolistas: realizó evaluaciones en Racing y, como con Gallardo, de manera voluntaria trató a varios futbolistas en forma personal. Radamel Falcao García es otro de los casos.
Una gran aliada silenciosa que revolucionó River y al fútbol argentino.
