En época de pandemia y con las arcas vacías los grandes buscan soluciones en forma de incorporaciones estratégicas de futuro que puedan hacerles situarse en vanguardia y no tener luego que llevarse las manos a la cabeza por desechar operaciones cómodas, financieramente hablando, pagando millonadas por estrellas ya consagradas. Ese ha sido exactamente el movimiento que ha realizado el Barcelona al fichar a Fabio Blanco, una de las grandes perlas del fútbol español.
Mateu Alemany, director de fútbol del Barça, que conoce perfectamente a Blanco por su etapa en el Valencia se ha lanzado para cerrar su incorporación para reforzar el filial y seguir sumando talento joven al club aprovechando que el jugador no había tenido protagonismo en el Eintracht Frankfurt en sus primeros meses en Alemania.
Blanco tiene 17 años, juega de extremo y el pasado verano decidió emprender una nueva aventura en un club que suele apostar por la cantera como es el Eintracht Frankfurt tras acabar su contrato con el Valencia. Hasta entonces había maravillado en el club de Mestalla, entidad en la que se formó y donde coincidió con Alemany hasta su marcha en 2019.
Muchos le comparan con Ferran Torres, el futbolista que brilló en el equipo che y que precisamente también ha acabado fichando por el Barcelona en este mes de diciembre.
Otros grandes clubes como el Real Madrid, cuya política con atar jóvenes para intentar convertirlos en estrellas está contrastada con ejemplos como Reinier, Vinicius, Rodrygo, Kubo también manejaba informes del futbolista, que finalmente seguirá su carrera como blaugrana.