Claudio BravoGetty Images

¿Por qué Salah no quiere hablar ahora de Claudio Bravo?

Luego de las polémicas declaraciones del arquero y capitán de la Selección chilena Claudio Bravo en contra del presidente de la ANFP, Arturo Salah, el timonel del fútbol chileno evitó acrecentar el quiebre.

El mandamás del balompié nacional llegó a Estocolmo para acompañar a la delegación que jugará este sábado un amistoso frente a Suecia y en su llegada al país nórdico aseguró que "no me voy a referir a las opiniones personales de Claudio Bravo. Para mí lo importante es la Selección y apoyar este proceso".

Y en la misma línea, indicó que "ya me referí al tema Bravo y ahí está todo muy claro. No me referiré más al tema", señaló el dirigente, agregando que "estamos contentos de ver a la Selección, jugar y que estén en el campo de juego, eso es lo mas importante (...) todas estas cosas que han sucedido hay que pasarlas con fútbol".

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También destacó la disposición del plantel que está en suelo escandinavo. "Es bueno que se haya reunido el grupo. Todos tienen el derecho a opinar". 

¿Por qué Salah no quiere hablar ahora de Claudio Bravo?

Los incendiarios dichos del oriundo de Viluco generaron malestar en las altas esferas del organismo. De hecho, el director del ente rector del fútbol chileno, Hugo Muñoz, expresó su molestia con la comparación que hizo el golero entre Salah y su antecesor Sergio Jadue, quien se declaró culpable del escándalo de corrupción FIFA Gate.

"Toda comparación con el más triste escenario deportivo del país me molesta e irrita", dijo el directivo, añadiendo que "respeto profundamente todas las opiniones. Desconocer la importancia de Bravo sería absurdo, es el capitán de nuestra Selección. Se han dicho muchos comentarios, pero la declaración oficial está a cargo del presidente".

Otro punto que marcó el quiebre fue la exigencia del ex Barcelona de sumar al staff a Julio Rodríguez, preparador de arqueros que lo formó en Colo Colo, sin embargo, recibió la negativa por parte de la federación pese a haber tenido la aprobación de Reinaldo Rueda. 

"Claudio o cualquier jugador puede hacer sugerencias, pero es diferente condicionar una convocatoria al cumplimiento de esas exigencias. Eso no se puede aceptar y le hace mal al proceso. No corresponde. Es importante que los futbolistas respeten esos roles. Si cada jugador hiciera exigencias de ese tipo, se transformaría en una anarquía", sostuvo.

Esto se suma al primer desencuentro que ambos tuvieron en 2016, cuando asumió Juan Antonio Pizzi. La partida de Jorge Sampaoli dejó a la Roja sin su preparador de arqueros, pues Martín Tocalli también optó por decir adiós. Sin embargo, el santafesino le solicitó al argentino que continuara trabajando en Juan Pinto Durán hasta encontrar su reemplazo.

En paralelo, el portero puso sobre la mesa los nombres de Rodríguez y Roberto Navajas, español que trabajó junto a él en la Real Sociedad. A los días sus recomendaciones fueron ignoradas y en el Complejo Deportivo asumieron José Ovalle, traído por Pizzi luego de trabajar juntos en Universidad Católica, junto con Alex Whiteley, quien llegó a Quilín pedido por Salah.  

"En la Selección tiene que estar lo mejor. Para mí, es una falta de respeto que yo tuviera que hacer bajar de peso a uno de ellos", disparó Bravo sobre esto último. "Está todo manipulado desde el directorio", agregó reviviendo los líos que ambos nunca solucionaron.

Una "guerra" declarada que parece no tener final. Más aún, cuando esta jornada puso en duda su continuidad y mostró su clara postura. "Eso se verá en su momento, cuando haya que analizarlo", advirtió Salah sobre un eventual retorno del arquero de los Citizens al combinado nacional. 

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