Es importante comenzar aclarando que en el futbol, los descensos y los ascensos son parte fundamental del juego, pues agregan competitividad a los torneos, además de incentivos o castigos para aquellos que realizaron un buen/mal trabajo a lo largo de un periodo de tiempo.
Hace poco más de un año, el futbol mexicano tomó una de las decisiones más controversiales de su historia reciente, eliminando por seis años los ascensos y descensos, teniendo como objetivo reforzar las estructuras de Liga MX y Liga de Expansión, para así consolidar proyectos más sólidos, menos problemas económicos y franquicias que se puedan sostener con dueños responsables.
La industria del balompié azteca tomó en un inicio con mucho escándalo la noticia, pensando que la Liga de Expansión no recibiría el interés suficiente y habría entidades del futbol mexicano que caerían en una zona de confort.
A unos días de culminar el Guardianes 2021 en ambas divisiones, es buen momento para realizar un recuento, y ver en el panorama que hasta ahora, no fueron malas decisiones del todo, pues se ha tenido un repunte en el interés de los fanáticos en el futbol mexicano.
Irónicamente, el gran ganador hasta el momento en esta decisión ha sido la Liga de Expansión. El campeonato hasta el momento ha tenido un aceptable seguimiento por parte de los aficionados, que en el primer torneo tuvieron una muy emocionante final que Tampico se llevó en los últimos minutos contra Atlante.
Que los partidos sean transmitidos por algunas de las principales cadenas deportivas han agregado expectación en la competición, además de que no se han escuchado escándalos de pagos o problemas económicos de los equipos, el pan de cada día en el extinto Ascenso MX.
Hablando sobre la Liga MX, se hubiera vivido un fin de semana cardiáco de mantenerse el descenso, pues Atlético San Luis y Atlas definieron hasta la última jornada quién pagaba la multa de 120 millones de pesos, con los Potosinos como el que perdió la contienda.
Sin embargo y pese a las inminentes pérdidas por la pandemia, hoy parece que las 18 franquicias del campeonato azteca son lo suficientemente estables para mantener sus gastos y mantenerse operando por muchos años más.
Entendiendo los tiempos complicados que atraviesa el futbol mexicano, este tipo de modificaciones atípicas en la esencia de la competición pueden resultar positivas. Ojalá pronto las plazas de la División de Plata tengan presencia en el Máximo Circuito.