GoalLA GUÍA DE LA SELECCIÓN ESPAÑOLA EN LA EUROCOPA 2020
El 24 de mayo Pablo Sarabia iba tranquilo en el coche con su novia, pensando ya en las vacaciones de verano. Al volante, con la radio puesta, de repente no supo si frenar o acelerar: Luis Enrique, para sorpresa suya y de todos, le había incluido en la lista para la Eurocopa. Se emocionó, se acordó de su padre, al que le habría hecho una ilusión tremenda verle con España en un gran torneo, canceló los viajes previstos y se puso a pensar en trabajar como siempre para disfrutar como nunca.
Quien conoce al madrileño dice de él que detrás de sus modales de buen chaval y de su apariencia de chico tranquilo hay un competidor nato, el perfecto ejemplo de que no hace más ruido el que más grita. No iba a ir a Las Rozas a verlas venir ni a hacer grupo. Quería mucho más, tanto como esperaba de él el seleccionador, que le destacó en la primera rueda de prensa y en la previa del amistoso con Portugal, asegurando que era el que más le había impresionado.
Contra Suecia tuvo 24 buenos minutos, agitando el partido junto a Gerard Moreno. Frente a Polonia también se movió con intención. Y ante Eslovaquia, a la hora de la verdad, vio la apuesta por él de Luis Enrique y no le tembló el pulso, interviniendo en tres de las cinco dianas de la tarde.
El ex del Sevilla fue profeta en la tierra en la que explotó futbolísticamente, luciendo esa magnífica relación con el gol que le llevó a ser el cuarto máximo goleador y asistente del PSG en su primer curso en el Parque de los Príncipes. En este pasado, el segundo, le costó entonarse por el coronavirus y las tres lesiones, pero terminó como quinto pichichi y octavo asistente de la plantilla. Y en esa inercia positiva que leyó Luis Enrique pare reclutarle tumbó a los eslovacos.
Comenzó sin enganchar un balón que olía a 1-0 siguió con un robo que continuó con un chutazo que, tras tocar el larguero e ir envenenándose, se metió Martin Dúbravka. En el 56' sentenció con una precisa definición en el área y en el 67', tras una pared a la salida de un córner, le sirvió el 0-4 a Ferran Torres, espectacular de tacón. Eso es Pablo Sarabia... y Luis Enrique lo sabe.