Un partido de alto vuelo vivió Pablo Galdames en su primer compromiso en el fútbol europeo. Clave para el Genoa, relevó en el descanso a un superado Abdoulaye Touré para organizar el centro del campo, poner la pausa e influir en las dos áreas. El Torino lo iba a terminar ganando, 3-2, pero el chileno jamás le puso la tarea fácil al local.
El seleccionado chileno que formó la Unión Española entró en un momento de riesgo absoluto, con Sanabria y Pobega habiendo ya establecido una ventaja que no se convirtió en irremontable únicamente porque anularon el autogol de Johan Vásquez y lo genoveses se canjearon otra vida en un duelo clave por la permanencia. Con la casaca '99', se paró al costado de Nicolò Rovella y una línea más atrás de un Stefano Sturaro mas bien contenido. A partir de allí, en el círculo central, partió acompañando y terminó influyendo, adueñándose de su carril medular para avanzar hasta la zona más peligrosa.
Se dio el lujo Pablito Jr. de entenderse con Felipe Caicedo (uno de los que sí llegó al gol, junto con Destro) y de aprovechar los movimientos del ecuatoriano en el área para primero ser contenido por un cruce y al cierre probar al golero de Vanja Milinkovic-Savic, que le leyó su misilazo directo desde fuera que se enredó con ciertos roces en la defensa.
El entonces 3-1 parcial de Josip Brekalo sentenció a los dirigidos por Davide Ballardini, que con 6 puntos está en la zona más roja, pero que entiende en Galdames a una nueva alternativa para revolucionar la zona de volantes con el atrevimiento del primer día, su buen pie y las virtudes aéreas que le permitieron un salto de Vélez a la más alta competencia.
