La Copa Oro 2021 ha arrancado, arrojando para la Selección mexicana un primer partido que dejó un sabor sumamente amargo. El resultado fue un empate 0-0 contra Trinidad y Tobago, teniendo como gran damnificado al Chucky Lozano.
El delantero del Napoli sufrió al minuto 10 un contacto muy fuerte con la rodilla del portero, marchándose al hospital y con la preocupación de si deberá ser sometido a una cirugía o cuándo podrá volver a los terrenos de juego.
Inmediatamente después de la desafortunada acción, cientos de aficionados y periodistas comenzaron a señalar a la Concacaf, pues el árbitro no dio la importancia necesaria ala salud de Lozano, dejando continuar el cotejo por unos segundos, además de la imprudencia del cuadro trinitario, que pasó 90 minutos soltando patadas y jugando bruscamente.
Ahora se entiende a otros combinados como Estados Unidos o Canadá, que tuvieron como prioridad la salud de sus futbolistas y decidieron no acudir con su mejor plantel a un torneo que futbolísticamente no otorga mayor reconocimiento para el campeón.
Una bolsa de un millón de dólares será la principal motivación de la delegación mexicana, siendo razonable que algunos jugadores de otros conjuntos no hayan tenido como máxima preferencia la ambición deportiva de representar a sus países.
Y desde hace algunos años, llevarse la Copa Oro se ha vuelto un hito que poco se celebra , pues cuando el técnico en turno la consigue es una victoria sin méritos, y perderla significa un tropiezo casi irreversible en el proyecto.
El empate contra Trinidad y Tobago es muy duro de asimilar y resulta incomprensible que la Selección número 103 del Ranking FIFA esté igualando al puesto 11 del mismo. Sin embargo, hoy no existe nada más importante que la salud de Hirving Lozano, un damnificado de laimprudencia eterna de esta competencia.