¡Metan a Lainez! Con esa curiosa expresión los compatriotas del mexicano piden en las redes sociales jornada tras jornada, partido tras partido, más minutos para el centrocampista. En el país azteca, todo un ídolo para los aficionados y una de las grandes esperanzas para que lidere en un futuro la tricolor, no entienden qué es lo que está pasando con el jugador y por qué tiene tan poca participación en el Real Betis Balompié.
Ayer el partido pintaba feo para los verdiblancos. Bien pertrechado el Cádiz en su campo, amparado en una contra a la que pudiera sacar rédito, hacía que la posesión del Betis fuera vana e inoperante. Pellegrini buscaba un desatascador y le dio la confianza al medio. Fueron solo 24 minutos pero éste no los desaprovechó. Solo necesitó 7 desde su entrada para desequilibrar en banda derecha y dar un pase atrás a Guido Rodríguez con el que firmó el gol de la victoria.
Tres puntos vitales para un Betis necesitado. Lainez fue ese revulsivo que tanto demandaba el choque, tocó la bola en 19 ocasiones, con un 81,8% de acierto. Sin duda alguna, minutos y acciones como esa asistencia al argentino son lo que necesita el ’20’ para volver a creer en sí mismo y en su juego.
Y es que el bagaje del futbolista está siendo muy pobre en relación a las expectativas que había levantado su fichaje por el cuadro heliopolitano. Desde que llegara en el mercado invernal de temporada 18-19, Lainez ha disputado 41 partidos oficiales, solo 10 como titular, y ha anotado solo dos goles. No ha contado con todo el cariño de ningún de los tres entrenadores que ha tenido en el cuadro verdiblanco: Setién, Rubi, Pellegrini. Aunque sí es cierto que con el entrenador catalán en el banco superó en el carrusel de cambios a hombres como Tello.
Son muchas las esperanzas que han depositado en la entidad de las trece barras en figura de Lainez. Con rumores de posibles cesiones, el jugador sigue en la disciplina verdiblanca y son aportaciones como la de anoche las que se esperan de él para convertirse en ese jugador importante y desequilibrante que llegó a ser en América.
