
En los últimos quince días hemos asistido a la enésima demostración de lo mucho que ha aprendido Peter Lim de los malos hábitos que rodean a los clubes de fútbol y que su caso son llevados a la enésima potencia. El oscurantismo, la nula transparencia de ningún movimiento, la mentira constante y la utilización del escudo para proteger y montar cortinas de humo constantes es la norma de vida diaria del Valencia CF que gestiona Lim, con Murthy como marioneta y los siempre necesarios colaboracionistas.
En apenas dos semanas desde el club han tratado de darle la vuelta a una noticia pésima y que deja al descubierto la trágica situación económica del club, para tratar de vender que tener el límite salarial más bajo de la Liga es un síntoma de compromiso del máximo accionista. Así, como lo leen y sin anestesia. En Valencia algunos nos han contado en estas dos semanas que tras la publicación de la Liga de lo que es la vergüenza más grande de gestión de un club en las últimas décadas, es considerado por algunos como síntoma de compromiso. Y se quedan tan anchos.
Para el que ve desde fuera la película o para el que no se quiere meter a bucear en el día a día, lo que queda es que Lim ha salido al rescate del club con una ampliación de capital que salvará los muebles económicamente ingresando 43 millones de euros, que servirán para equilibrar las cuentas e incluso podrían ayudar a traer a Arambarri o Djené. Así sin anestesia también. La realidad es bien diferente, ya que el asiático únicamente hace una ampliación de capital sin poner un céntimo en el club sabedor desde hace muchos meses que sería imposible cobrarse el crédito de 54 millones de euros que le concedió al club y que él solito ha dilapidado con una gestión deportiva absolutamente lamentable y que no haría ni un aficionado. Esa ampliación es un flotador para su inversión, que pende de un hilo porque tiene a la mercantil al borde de la quiebra y además, una manera para diluir todavía más al pequeño accionista y quitarse de en medio a posibles enemigos como Libertad VCF.
El compromiso de Lim lo han medido los maestros de la verdad, y los periodistas aventajados en la universidad en la que Murthy es catedrático, porque el club ha anunciado la renovación de Thierry Rendall, algo lógico, y porque se ha sentado a iniciar conversaciones, tarde, con sus dos estandartes valencianos, a los que desde hace meses tiene a la espera de noticias porque acaban contrato en 2023 y lo sabe toda Europa (algunos ya han hecho los deberes llamando a los jugadores antes que el club). Ah, y que no se olvide, Lim hizo una vídeo call (video llamada) a Bordalás la pasada semana. Dicen que incluso le dijo que deben ser una familia. Sin palabras.
Es decir, un club centenario que su hábitat debería ser pelear por Champions, que debería estar trabajando los fichajes a coste cero del próximo curso por su situación financiera, que ha descabezado su estructura hasta conseguir que asiáticos desconocidos se encarguen de todos los temas importantes en el club, un club que pierde masa social a chorros y que está al borde de la quiebra, nos lo quieren vender como un síntoma de mejora y de compromiso por permitir que siga destrozándolo.
Lo siento, pero no seré participe de este paripé, ni del siguiente, ni del siguiente. Pronto volverán a montar otro pollo y se les volverá a ver el cartón, para entonces ya tendrán listo el cañón de humo para desviar la atención y contarnos las ‘verdades’ que en ese momento le vaya bien al compromiso de Lim. No lo olviden, Lim si tiene compromiso, pero únicamente es con su inversión y con conseguir vender el club por muchos más millones que los 95 que él pagó por las acciones. Los otros que ha puesto en la sociedad a través de créditos, los ha perdido él y nadie más. Solo en finiquitos se ha gastado casi 30 millones de euros en siete años.
PD: Meriton (malvados) crea los rumores, algunos interesados (tontos) los difunden y los ignorantes (que quieren seguir en la inopia) los consumen.
Héctor Gómez / Tribuna Deportiva




