Ruben Neves Wolves 2022-23Getty

La desorientación del lobo del Molineux

El fútbol se decide en las áreas. O eso dice una de las máximas del balompié. En cierto modo este dogma ha sido confirmado al cien por cien con el Wolverhampton Wanderers en los últimos dieciséis meses. Y por ello Bruno Lage fue despedido el pasado domingo.

Tres goles a favor en ocho jornadas. Incapaz de anotar un sólo tanto ante equipos como el Fulham o el Bournemouth, que son recién ascendidos. Y siendo la temporada pasada décimo en la tabla (por puntos) y cuarto por la cola en capacidad realizadora. Treinta y ocho goles en treinta y ocho partidos la última campaña para un equipo que, por plantel, tenía potencial y talento para haber luchado, al menos, por la séptima plaza.

Se acaba el periplo del entrenador portugués. Y continúa el de todos sus paisanos en el Molineux. Los Wolves tienen una pléyade de jugadores lusos en su plantilla pero, incluso todavía, es difícil descifrar si la apuesta ha resultado ganadora en el último lustro. Lo único verdaderamente reseñable, unos cuartos de final de la Europa League en 2020 (derrota frente al Sevilla).

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Toda esta apuesta por el núcleo de jugadores de Portugal genera cierto escepticismo. Hasta diez futbolistas procedentes de un mismo país jugando en una liga extranjera. Y los técnicos de los últimos cinco años con el mismo origen. Nuno Espirito Santo y el propio Lage.

¿Cuál es el devenir del equipo del Molineux? Es difícil de saber. Tiene B¡buenos jugadores línea por línea con José Sá, Max Kilman, Rubén Neves, Matheus Nunes, Daniel Podence o Pedro Neto. Sin embargo, hay decisiones poco comprensibles. Desprenderse del liderazgo de Conor Coady, confiar en un Diego Costa en declive o aumentar el perfil de jugadores con las mismas características con la adquisición de Goncalo Guedes teniendo al propio Neto, a Podence, a Adama Traoré y Hwang Hee Chan como jugadores desequilibrantes de banda pero con poca capacidad goleadora.

La Premier League tiene una competencia feroz y cada partido es una verdadera batalla. Los Wolves han sido capaces de poner en muchos apuros en partidos de gran entidad a los equipos más grandes. Pero teniendo la materia prima (los jugadores son buenos) y la fiabilidad defensiva (mejor defensa fuera de los equipos de Liga de Campeones la última temporada) los resultados son absolutamente mediocres. El lobo del Molineux es completamente manso. 

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