La historia de la delantera del Real Madrid esta temporada es un sainete en cuatro actos. El baile de planes con Luka Jovic (23 años) y Borja Mayoral (23) ha acabado con los dos fuera de una plantilla que paradójicamente echa de menos un mayor olfato en los metros finales. Los 3 goles en tres partidos del primero en el Eintracht, más que como madridista, y los 8 del segundo en la Roma suman 11, un 25,58% del total anotado por madridistas desde septiembre.
Acto I: el repentino préstamo de Mayoral
La función comenzó en verano, con Zidane pidiendo un periodo de prueba para Mayoral en Valdebebas. Mientras sus recelos con Jovic aumentaban, al de Parla le iba viendo con mejores ojos. Tanto que al serbio se le comunicó que lo ideal sería una salida en la que incluso se trabajó. Sin embargo, sus titularidades ante Betis y Valladolid, que chocaban con las suplencias de Mayoral, desconcertaron a Borja, que enseguida pidió a sus agentes marcharse. Previa renovación hasta 2023, pasó de teórico favorito del entrenador a firmar una cesión hasta 2022 con la Roma, lo que de rebote truncó el adiós del serbio, por quien se habló, entre otros, con el Manchester United.
Acto II: el ostracismo de Jovic
Pero de poco le sirvió a Jovic mantener su puesto de segundo delantero en el Madrid. Sin la competencia de Mariano, poco considerado por el técnico, y Mayoral, en Italia, y alcanzado por el coronavirus, jugó poco y en esos ratos no supo convencer: contó con 12 minutos contra el Cádiz, 59 frente al Shakhtar y 7 ante el Valencia, entrando al campo en Mestalla en el 83', ya 4-1 abajo...
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Acto III: la cesión de Jovic
Llegados a ese punto, a Zidane no le servía el killer que recomendó y por el que el Madrid pagó 60 millones de euros, y a Jovic tampoco le servían las escasas opciones que le brindaba el francés. La solución se destapó tan polémica como lógica: un divorcio por cuatro meses. El natural de Bosnia, también pretendido por el Milán, volvió con el Eintracht, cuya relación le había colocado antes en el escaparate mundial, para recuperar lo que se le perdió en España: el gol.
Acto IV: el estado de gracia de Jovic y Mayoral
Después de estas idas y venidas, y a pesar del póquer blanco en Vitoria, la realidad es incómoda. Jovic y Mayoral golean en sus equipos y el Madrid se ha acostumbrado a sudar a mares para ver puerta. Lo del serbio es particularmente sangrante, con tres tantos en seis tiros (cuatro entre palos) y en 76 minutos, a uno cada 25,33 de promedio. Desde su entorno explican que en Frankfurt ha encontrado al instante lo que buscaba por necesidad, sentirse arropado y con confianza, dos buenos combustibles para un delantero. Y los datos de Mayoral también pueden levantar lamentos: 8 dianas y 5 asistencias en 922 minutos, con una media de intervención en un gol cada 70,92 minutos. Sin ellos ha de apañarse el Madrid de Zidane, cuyo segundo pichichi es... Casemiro, con cinco tantos.