No solo los 13 hinchas de Independiente Medellín varados en Argentina están viviendo días de drama a raíz del COVID-19, también un grupo de 40 aficionados del América de Cali que siguen estancados en Santiago de Chile, que tiene 1.084 casos, 3 fallecidos y cuarentena total en siete comunas.
Según reportó Telepacífico, los Escarlatas que acompañaron al equipo de Alexandre Guimaraes en el juego (victoria de 2-1) ante la Universidad Católica por la Copa Libertadores, no alcanzaron a salir del país por el cierre de fronteras para prevenir la expansión del coronavirus.
Juan Pablo Cárdenas y Héctor Obando, voceros del grupo, relataron al canal regional la amarga experiencia que les ha dejado el alentar a su equipo en el extranjero, pese a que el resultado para los rojos fue positivo: "Nuestra crisis comienza con la suspensión de Copa Libertadores y el cierre de fronteras de todos los países con el cual se cierran las vías aéreas y terrestres para poder avanzar", dijo Cárdenas.
Obando por su parte contó cómo se las han arreglado en estos 18 días, aunque la situación se ha agudizado con el aislamiento obligatorio: "Estamos vendiendo empanadas, pero debido a la crisis, que ya no hay gente en las calles, no pudimos seguir con la venta. Hicimos la solicitud pidiendo retorno a Colombia, nos dieron un radicado y estamos esperando respuesta".
Asimismo, Stiven Vinasco solicitó a las autoridades colombianas por su ayuda, porque "necesitamos volver al país, sea en avión o que abran las fronteras". Hasta el momento, ni las autoridades ni el club se han manifestado oficialmente acerca del problema.
Desde un inicio fue una travesía agónica la de una buena parte del grupo masivo de hinchas de América de Cali que acompañó al campeón de Colombia en su subida hacia la precordillera santiaguina en la que se ubica el San Carlos de Apoquindo.
Entre viajeros y residentes, llegaron 2 mil a una tribuna que resiste la mitad; por la noche, hasta dos horas después del juego, todavía deambulaban varios colombianos por la zona alta de la Región Metropolitana de Santiago sin locomoción pública disponible. No se imaginaban que se vendría la suspensión del fútbol y, con ello, la imposibilidad de regresar a casa.
Muchos llegaron sin su entrada y se quedaron fuera del recinto, otros varios pagaron pero se les negó el derecho a ingresar por contar con ubicaciones exclusivas para chilenos de la UC. Hubo incidentes aislados y una fiesta por un triunfo que les reactiva sus opciones en el certamen. Mientras, la pesadilla continúa para esos 40 que todavía no tienen cómo salir de Chile en plena emergencia sanitaria por el coronavirus.